“Nadie podrá salir de su casa durante 30 días. Estamos obligados por ley a quedarnos en casa", dijo Bukele a los salvadoreños en conferencia de prensa.
El mandatario explicó a su pueblo que la cuarentena domiciliar obligatoria busca que sea efectivo el distanciamientos social, con lo cual se puede evitar la propagación del virus.
En la alocución de Bukele salió a relucir Nicaragua, pues al igual que muchos mandatarios del mundo, él está “asustado” al ver como nuestro país y México no han tomados medidas “serias” para detener la propagación del COVID-19.
“Hay algo que es importante recalcar y dejar claro: vamos a actuar con rapidez y no con perfección, esto ha demostrado, no solo en El Salvador sino en el mundo, que ha sido lo mejor”, manifestó.
Disposiciones
El gobierno salvadoreño dejó establecido que durante este mes solo podrán circular una persona por familia, la cual será la encargada de adquirir comida o medicamentos; también podrán salir los trabajadores de medios de comunicación, transporte público y servidores públicos.
En cuanto a los negocios garantizó que permanecerán abiertas farmacias y restaurantes con modalidad a domicilio.
Además, podrán circular trabajadores públicos relacionados con la atención de la emergencia, personas que cuidan a niños y adultos mayores, y personal de bancos e instituciones de seguros.
En el caso de las empresas que por su naturaleza no pueden parar sus labores, estarán obligadas a cumplir con medidas de protección para sus empleados, como el distanciamiento social, la provisión de productos de limpieza, como alcohol gel y mascarillas.
Cárcel y subsidio energético
Por otro lado, el presidente Bukele fue claro al advertir que quienes no acaten las medidas serán detenidos y llevados a un centro de contención, además de que se le suspenderán otros beneficios.
Otra de las medidas que entra en vigencia beneficia a familias que consumen menos de 150 kilowatts de energía eléctrica, porque ellos recibirán una transferencia de $300 durante el periodo de la cuarentena domiciliar.
Asimismo, Bukele se dirigió a las personas que andaban vacacionando en playas del país y les pidió que volvieran a sus casas, porque al entrar las restricciones de movilidad en vigencia, les será imposible.
Como muestra de que la medida es firme, policías y militares desalojaron a las personas en mercados y espacios públicos, y les pedían que se fueran para sus casas.