La Ceiba-Honduras
Según el relato de los hechos, Mario César Munguía, de 25 años, un expolicía que había sido depurado en años anteriores, llegó a la casa donde vivía su ex pareja, con la que procreó tres hijos (dos de ellos gemelos), con la idea de llevárselos de nuevo porque se habían separado. Como era de esperarse, la joven madre, de nombre Belkis Meléndez, se opuso a las exigencias de Munguía por lo que, al surgir el fuerte alegato entre la pareja, intervino la madre de ésta, Luz Marina Pavón, lo que provocó aún más el enojo del hombre.
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Una vez con los ánimos caldeados, Munguía sacó su arma de fuego y empezó a disparar contra su ex compañera de hogar y después, revólver en mano, se dirigió hacia su suegra para acabar con su vida de la misma manera. Al ver el cuadro dantesco que había causado, el homicida se puso la pistola en la cabeza para dispararse cayendo al lado de los cadáveres de las mujeres.
Maltrato era constante
Según familiares de las difuntas, la joven era víctima de constantes malos tratos por parte de la persona que terminó acabando con su vida y con la de su madre. Esa era la razón por la cual se separó y llegó a vivir con su madre.
Se maneja que Mario César Munguía fue policía y había sido depurado por parte de las mismas autoridades. Con el paso del tiempo perdió su casa y eso lo hizo caer en una fuerte depresión que pudo haber llevado a la separación entre ambos y que su pareja había decidido separarse para salvaguardar su vida.
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Fuente: http://www.elpais.hn/
