Entre sus contrincantes se encuentran Luis Arce, el candidato del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales; Carlos Mesa, el expresidente que le disputó el puesto a Morales en las fallidas elecciones de octubre del año pasado, y Luis Camacho, del Comité Cívico de Santa Cruz, que ganó popularidad como uno de los líderes de las protestas que llevaron a la renuncia de Morales. A estos se suma Jorge Quiroga, otro expresidente.
El gobierno de Áñez había descartado en un principio que se fuera a participar en los comicios. Pero conforme pasaban las semanas, fue cambiando de actitud.
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Según explicó Áñez, buscó "consensos mínimos" con otras fuerzas políticas para evitar que los votos contrarios al MAS acaben dispersados y fueron estas mismas agrupaciones las que le pidieron que considerase postular.
"No estaba en mis planes participar en estas elecciones", aseguró en La Paz ante un grupo de seguidores, según informó la agencia de noticias EFE.
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"La dispersión del voto y la presentación de candidaturas que no logran reunir a los bolivianos me han llevado a tomar esta decisión", afirmó.
Evo Morales se encuentra exiliado en Argentina, pero sigue participando en la política boliviana.
La fórmula elegida es una alianza entre su partido, el Movimiento Demócrata Social, y otras tres agrupaciones: Soberanía y Libertad (Sol.bo), que cuenta con la alcaldía de La Paz; Todos, que gobierna en la región de Tarija, y Unir, la formación de su ministro de hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora.
Las dos primeras habían apoyado a Mesa en los comicios anteriores. "Juntos Avancemos", es el nombre elegido para esta alianza electoral.
"El costo de la libertad y de la defensa de todo lo que hemos reconstruido hasta ahora ha sido alto, por eso mismo hoy no tenemos margen para equivocarnos", aseguró Áñez, que dijo que mantendrá la puerta abierta a otros partidos que quieran unirse a su "frente amplio y diverso".
División en la derecha
Con este movimiento, la derecha queda dividida con Áñez y Camacho disputándose, de momento, el liderazgo y Carlos Mesa, debilitado tras perder ante Áñez los apoyos de Sol.bo y Todos.
Áñez era senadora hasta que asumió la presidencia interina de Bolivia en noviembre del año pasado, después de que Evo Morales renunciara por "sugerencia" de las fuerzas armadas y tras semanas de protestas que le acusaban de haber llevado a cabo un fraude para salir victorioso en las elecciones presidenciales del 20 de octubre.
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Desde entonces, Morales, que gobernó Bolivia durante casi 14 años, se encuentra fuera del país, exiliado primero en México y ahora, en Argentina. Desde ahí, denuncia haber sido víctima de un "golpe de Estado" para derrocarlo y participa activamente en la campaña electoral en la que espera que gane su candidato, Luis Arce.
Después de que las elecciones de octubre fueran anuladas, los bolivianos deberán volver a las urnas el 3 de mayo para elegir a quien será su presidente durante los próximos seis años.
