El religioso dijo que fueron paramilitares en motocicletas quienes mancharon su camioneta. “Dejé la camioneta en las afueras de la capilla, ese día habíamos terminado la procesión con Jesús Sacramentado. Cuando yo salí de la iglesia pude ver la moto con dos personas que son paramilitares quienes me mancharon la camioneta, con la letra F, porque pretendían marcarla con las siglas FSLN, pero no les dio tiempo”.
Por otro lado, manifestó que ese día antes de iniciar la procesión “regalamos 400 banderas grandes y 200 pequeñas de Nicaragua y de la Iglesia; también llevábamos pancartas de apoyo hacia el clero y los obispos. Asimismo, (llevamos) mensajes de justicia porque como jinotepinos nunca hemos olvidado los asesinados en los sucesos de abril 2018, y gritamos consignas de «Cristo Rey», «¡Viva María!» y «¡Viva Nicaragua Libre!»”.
Igualmente, señaló que el ataque contra su trabajo pastoral ha sido por estar al lado del pueblo y denunciar todas las violaciones a los derechos humanos. “He sido crítico a todos los gobiernos, les he tachado todo lo malo que hacen. Sin embargo, este gobierno desde hace más de seis meses me tiene con custodias de policías en las afueras de la parroquia”.
A la vez, remarcó que “los mismos policías y fanáticos le toman fotos a los feligreses que entran. Es una vigilancia espantosa y a mí me han amenazado hasta con matarme”.
“Pienso que todas estas entrevistas que ha dado este presidente nuestro demuestran que está desquiciado. Nunca aparece banderas azules y blancas, siempre han sido rojas y negras acompañadas por ramos de flores, ni tampoco el lenguaje que utiliza es conciliador y amoroso, él es un malévolo, como dijo monseñor Juan Abelardo Mata.
Este hombre se ha convertido en una bestia, yo creo que esas palabras le quedan cortas, yo creo que es el diablo personificado lo que tenemos de presidente", manifestó el párroco.
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