Comunicado de la conferencia Episcopal
Mensaje de la Comisión de Justicia y Paz
de la Arquidiócesis de Managua No. 2
A los fieles católicos y gente de buena voluntad. Queridos hermanos: “Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos” Mt.5,10.
Al concluir el mes misionero extraordinario, convocado por Su Santidad el Papa Francisco, sentimos que es parte esencial de nuestra misión evangelizadora, como Iglesia, ser mensajeros y promotores de la paz y la justicia.
El objetivo de la misión es preparar a las gentes a recibir a Cristo: sus valores, su estilo de vida hacia la construcción del Reino de los Cielos que es justicia, paz, amor, perdón, humildad, servir al prójimo. ¿Es esa la sociedad que estamos construyendo?
Queremos como Iglesia llevar una palabra de consuelo y fortaleza a nuestros hermanos en la difícil situación que continúa viviendo nuestro país, sometido a violencia, injusticias y saqueo de sus bienes.
La actual crisis social, política y económica que vivimos ha venido a agravar la situación de una sociedad empobrecida y empujada a la miseria, donde pareciera que el otro ha dejado de tener valor, perdiendo el derecho a vivir dignamente: alto índice de desempleo, falta de educación elemental, falta de un servicio de salud básico; todo ello reflejado de muchas maneras como en los semáforos de nuestra capital convertidos en fuente de empleo para niños, ancianos y enfermos.
La aplicación de políticas económicas y tributarias (costo de la energía eléctrica, deslizamiento de la moneda), con las que se pretende evadir la actual crisis, no son una repuesta adecuada a la recesión económica que estamos atravesando.
una nación no se construye a base de miedo y presión
Así no se construye una nación, a base de miedo y de presiones,Se debe crear un ambiente de confianza, justicia, libertad de expresión para conocer las críticas constructivas provenientes de amplios sectores de la sociedad, la independencia de los poderes del Estado para evitar la concentración del poder, una cultura política que piense en el bienestar de todos, que quiera servir a todos y no se convierta en un “modus vivendi” para mi bienestar o el de mi grupo. Es necesario también que se actúe con conciencia social que permita que la población reciba los beneficios que merece.
“Una sociedad, que, en todo sus niveles, quiera prácticamente estar al servicio del ser humano, es aquella que se propone como meta prioritaria el bien común, en cuanto bien de todos los hombres y de todo el hombre” compendio de la DSI 165 Dado en la Curia Arzobispal de Managua a los cuatro días del mes noviembre del dos mil diecinueve.
Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua