Esto se debe a que no les han renovado la constancia que emite el Ministerio de Gobernación y les tienen en revisión sus documentos contables, todo ello ha detenido algunos proyectos de ayuda humanitaria y medicinal a dispensarios del país al no poder importar las donaciones.
“En lo físico sí nos está afectando, pero en lo espiritual debemos decir que la misión continúa y con lo poco que tenemos atendemos a los que podemos. No sé si esto será castigo para la iglesia, pero cada semana estamos llamando y siempre nos dicen: llame la otra semana”, dijo Francisco Chavarría, Director Ejecutivo de Cáritas de Nicaragua.
Chavarría aseguró que desde hace un año tienen retenida la constancia ministerial y no hay semana que no reclamen para su devolución, pero la autoridades hacen medidas burocráticas y promesas de que a la semana siguiente el problema será resuelto.
Monseñor Carlos Avilés, Vicario General de la Arquidiócesis de Managua, considera que esta retención de la constancia es parte de la persecución a la iglesia católica nicaragüense por su posición en 2018 de denuncia en las violaciones a los derechos humanos de parte del gobierno de turno.
“Cáritas de Managua ha reducido sus actividades, esto limita nuestra labor evangelizadora y no solo la social porque incluso no queremos exponer a nuestros líderes pastorales territoriales en el campo donde está todo más peligroso y además si la economía se comprime en nuestro país, por ende los donantes son menos y más las trabas aduanera peor”, agregó Avilés.
A los religiosos lo que les preocupa es que desde esta misma manera inició el asedio contra otras organizaciones gubernamentales que ya fueron cerradas, aunque de momento no se les ha informado con cancelarles su personalidad jurídica.
Información: Vos TV
