Jorge Mendoza Vásquez, vocero del observatorio, adscrito a la Coordinadora de Nicaragüense de ONG que Trabaja con la Niñez y la Adolescencia (Codeni), aseguró que en junio pasado cuatro adolescentes del sexo masculino desaparecieron y posteriormente lograron escapar de un grupo que los secuestró para explotarlos laboralmente en Costa Rica
“Los adolescentes fueron llevados a Costa Rica con engaños y pretendían explotarlos laboralmente. Estuvieron una semana desaparecidos y las familias no tenían manera de encontrar rastros, hasta que ellos mismos lograron contactarse con sus familiares y huir al enterarse que estaban en condiciones de explotación laboral”, explicó Mendoza.
Los otros dos casos reportados por Codeni son los de Kathy Mercado Pérez, de 14 años, habitante de Ciudad Sandino, que desapareció la tarde del 29 de julio de su puesto de venta de frutas en la parada de la Universidad Centroamericana (UCA), y el de Litzy Madrigal López, de 12 años, habitante del Triángulo Minero, quien desapareció la madrugada del 24 de julio. Los fenómenos de desapariciones, según Codeni, están relacionados generalmente al traslado ilícito de personas con fines de explotación sexual o laboral, lo que está penado en la Ley contra la Trata de Personas.
La Red de Mujeres Contra la Violencia registró en el primer semestre de 2019 los casos de ocho mujeres desaparecidas, más dos casos reportados en julio y agosto, que hacen un total de 10 en lo que va del año
Entre ellos está el caso de la boxeadora Sara Centeno, quien salió de su casa a correr una mañana, en la ciudad de Matagalpa, y desde entonces, hace un mes y 20 días, no se sabe de ella. Los únicos casos que nosotras podemos confirmar es a través de las denuncias y llamadas que hacen sus familiares, de la desaparición de la mujer, que en la mayoría de los casos esperan hasta tres días con la esperanza de que la mujer se comunique o aparezca”, explicó Eveling Flores, de la Red de Mujeres contra la Violencia.
“Es de alguna manera más difícil para la población (denunciar) porque, por lo general, tienen el temor de que sean consideradas desapariciones políticas y esa estigmatización va a provocar que la Policía le dé otra importancia o no la importancia que necesita”, dijo Mendoza
FUENTE: Nuevo Diario