“Existe la intención de intimidar a los dirigentes de la iglesia católica, lo que para el Gobierno es una muy mala nota a nivel nacional e internacional”. Dijo Tünnermann,
Asimismo, calificó de admirable la actitud del pueblo de las comunidades vecinas de Terrabona al resguardar al obispo Álvarez con el objetivo de intervenir ante cualquier agresión de los armados. También manifestó la oportuna y clara labor de la iglesia nicaragüense, entidad que durante su historia se ha puesto a favor de los intereses del pueblo y no de las autoridades represivas.
"Un ataque a un miembro de la iglesia católica provocaría una gran irritación de parte del pueblo católico y no católico, por el prestigio que ganó la iglesia”, recalcó.
Por su parte, ante este mismo acontecimiento, La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronunció y mencionaron que la denuncia interpuesta por el jerarca católico, Rolando Álvarez podía representar un nuevo patrón represivo en el país y que las autoridades deben indagar sobre la acusación del obispo.
“A CIDH le preocupa la denuncia del Obispo Rolando Álvarez. La vigilancia a la sociedad civil representaría intensificación de los patrones represivos. Estado debe aclarar e investigar denuncias de asedio a la Iglesia Católica en Nicaragua”, expresó el organismo de derechos humanos, a través de un mensaje en sus redes sociales.