Ranfi Cruz de 33 años, es un excarcelado que estuvo en la Modelo y el Chipote como el preso número 21, por participar en las protestas antigubernamentales. Él además de denunciar el asedio por parte de personas simpatizantes al gobierno solicita apoyo, debido a que enfrenta una difícil situación económica que tiene su vida sumergida en un océano de preocupación, como le sucede a miles de nicaragüenses.
Cruz, quien fue puesto en libertad el pasado 11 de junio, relató con voz quebrantada, el agobiante escenario de su vida, porque, pese a proporcionar sus documentos a las agencias de empleo con los nombres “Agencia Doña Miriam”, “Agencia Don Guillermo” “Agencia Doña Dilia”, con el propósito de ser contratado como chofer o en otro oficio no ha obtenido una respuesta positiva. El necesita un ingreso económico, pues debe suplir la renta de una casa en el barrio Batahola, ubicado en Managua y sustentar a su esposa e hijo de seis años.
Su vida no solo ha sido marcada por este proceso, sino por el amargo recuerdo del encierro en la celda 38 del “Chipote” y la número 14 de la “Modelo” Ahí pasé mis peores cosas, fui golpeado tratado peor que un perro” expresó Cruz. A esto se le debe sumar que su pareja perdió un bebé y la dueña del hogar donde habita quiere desalojarlo, porque no ha pagado y tiene miedo de que le quemen la propiedad, debido a que constantemente , personas afines a la presidencia arrojan piedras .
“Ya casi todas nuestras cosas hemos vendido, para medio comer, solo una vecina quiere a mi hijo y me le pasa un plato de comido, esta situación es horrible ya no la aguanto” Concluyó Cruz.
