Desde su liberación el pasado 27 de febrero, el acoso por las fuerzas policiales no cesó contra el maratonista. Las patrullas policiales se mantenían cerca de la casa de habitación, explicó su hijo, quien aseguró que el exilio del maratonista no significa que se dé por vencido, al contrario, el mensaje de don Alex fue “ellos -el régimen-lo que quieren es callarme y no me van a callar”, expresó.
Su hijo dijo que se siente más tranquilo que su papá se encuentre fuera del país, e incluso él le había insistido en muchas ocasiones que se exiliara, pero el maratonista se había negado y le decía que era necesario no quedarse callado.
Esta semana, Vanegas decidió salir del país por puntos ciegos hacia Costa Rica, donde han llegado más de cuarenta mil nicaragüenses huyendo de la represión gubernamental.
Alex Vanegas fue uno de los presos políticos que el régimen orteguista excarceló el pasado 27 de febrero. Sin embargo, al día siguiente, la misma policía lo detuvo en dos ocasiones para evitar que este corriera por las calles de Managua, demandando la libertad de los presos políticos.