Dos fuentes de la Alianza Cívica aseguraron que la OEA visitó Nicaragua únicamente para “realizar una evaluación” sobre el diálogo. Sin embargo, el organismo “no asumirá el rol de garantes” hasta que el gobierno “libere a los presos políticos”. “No se han negado a participar, pero deben haber acciones del Gobierno cómo liberar a los presos”, coincidieron las fuentes, de reformas electorales, que “perfeccionen” procesos electorales, libres, justos y transparentes.
El régimen ya había establecido en 2017 un acuerdo con la OEA sobre este tema, que meses más tarde suspendió sin mayores explicaciones.
Antes de que esta delegación de la OEA aterrizara en Managua y las negociaciones del INCAE entraran en “impase” debido a la negativa de la Conferencia Episcopal de servir como “testigo”, el secretario Luis Almagro dijo que ellos servirían como garantes con la condición de la liberación de los más de 770 reos políticos.
“Nosotros estamos de acuerdo con un proceso de diálogo, no exactamente como mediadores, pero como garantes de ese proceso”, explicó el 27 de febrero, un día antes del inicio de las negociaciones en el INCAE. “Creo que el camino de liberación de los presos políticos despeja digamos los obstáculos y nos lleva a las soluciones institucionales y de democracia que el país precisa”, agregó.
En la víspera de la instalación de la mesa de negociación, la dictadura cambió el régimen carcelario a unos cien presos políticos, enviados casa por cárcel o bajo régimen de convivencia familiar, aunque los mantiene bajo vigilancia y asedio, al igual que a otros familiares de reos de conciencia.
La dictadura Ortega-Murillo invitó a la OEA al país este sábado, luego de que la Alianza Cívica se levantara de la mesa del INCAE tras la negativa de los obispos y la falta de compromiso del mismo Gobierno frente al diálogo.
En su agenda de negociación, el gobierno descartó adelantar las elecciones previstas para noviembre de 2021, tal como demanda la ciudadanía a través de la Alianza Cívica. En cambio, el Gobierno planteó “fortalecer” las instituciones electorales —de un sistema en realidad colapsado—, a través de la implementación de las recomendaciones de la misión de acompañamiento electoral de la OEA y propuestas
