También aseguró que las personas que fueron capturadas originarias de Masaya o acusadas de detonar bombas de contactos fueron maltratados y golpeados por agentes del orden antes de su traslado a las celdas de auxilio judicial donde los jóvenes eran llevados a curación chineados por compañeros de celdas ya que las golpizas recibidas eran brutales al extremo de fracturarles costillas, los golpes eran tan fuertes que la mayoría del cuerpo de los jóvenes presentaba moretones.
En sus declaraciones dijo que el chipote es vivir un horror 167 días que fueron de tortura psicológicas, de los privados de libertad que están en dichas celdas fueron liberado 6 de los 76 detenidos por presunta participación en las protestas, en cuanto a la alimentación Carlos Valle declaro que nunca les falto alimento pero en las antiguas celda de auxilio judicial les maltrataron y dejaron sin alimento.
Valle compartió celda con el periodista Miguel Mora donde dice que no conversaba con el mucho pero aduce que Mora es un hombre de fé que solo pedía a los oficiales permiso para introducir una biblia a las celdas, también dijo que la periodista Lucia Pineda por las noches predicaba y que por esa razón llegaban los guardias a callarla.
A pesar que fue cambiada las medidas cautelares Carlos Valle dice que antes de sus salida fue fuertemente amenazado por un comisionado quien dice que luego de las declaraciones de sus esposa que adujo que no le permitían verlo las amenazas incrementaron.