El ex magistrado de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua, Rafael Solís Cerda, afirmó a medios internacionales que su renuncia fue una decisión personal pensada durante los 9 meses de crisis, y negó que haya existido presión de por medio de países como EE. UU. “Esa es una campaña de redes sociales”, respondió a la pregunta si negoció algún beneficio con EE. UU. para renunciar y luego denunciar la represión en Nicaragua, según la entrevista al diario costarricense.
Solís era considerado el operador político del presidente Daniel Ortega dentro de la Corte. “Seguía siendo magistrado, seguía siendo sandinista, aunque no ejercía digamos cargos políticos dentro del partido”, expresó Solís, quien reiteró que los juicios contra opositores en Nicaragua son manejados desde la presidencia de Ortega.