El padre, José Ramón Alemán Norori, ofició este domingo, la última misa dominical cómo párroco saliente de San Antonio, la segunda en importancia de Jinotepe. El sacerdote, que fue trasladado a la zona de Altagracia, en Managua, estuvo al frente de la parroquia San Antonio por más de ocho años, el tiempo suficiente para que la feligresía aprendiera a quererlo y respetarlo.
“Todos somos pecadores” expresó, el religioso esta mañana, tras despedirse de su feligresía y pedir apoyo para el nuevo párroco que será recibido el sábado en el cuerpo de bomberos y trasladado hasta su nueva parroquia en Jinotepe. Posiblemente, expresó, José Ramón, no fui el pastor que muchos deseaban, pero cada persona hace lo que puede y eso fue lo que hice en todos estos años. “Me llevó hermoso recuerdos de Jinotepe”, manifestó.
Los feligreses, también agradecieron al párroco saliente los años de esfuerzo y el avance que tuvo la parroquia San Antonio, especialmente con el crecimiento de los católicos en la zona rural, como recordó la profesora, Dorita Montiel. Trajo a la memoria cuando el padre enfermo, posiblemente con fiebres altas, dolores y las complicaciones de la diabetes, no se quedó en la cama y siempre estuvo de pie dando aliento a sus feligreses y visitando las comunidades haciendo crecer la obra del señor.
Cada cual, tiene su estilo, pero a pesar de que se ve serio, por dentro el padre lleva una personalidad de mucho carisma y servicio a los más necesitados, especialmente a quienes requieren del acompañamiento espiritual, dijo entre sollozos la profesora Montiel.
Alberto Cano Esteban