Y es que el hombre, era terrible a la sopa de caracolito que era común encontrar en los ríos de La Conquista, y al que se le atribuyen poderosas funciones y vitalidad, de ahí que los jonrones de Ramos Hernández, que hacían estremecer las tribunas, solo se explicaban con su adicción al revitalizante llamado "Chote".
Fue también, fundador de la Policía Nacional, oficial del EPS, y aunque de pronto se pega sus desertadas, dice que morirá siendo "Rojinegro". Les presento a sope-chote, o sopa de chote.
Alberto Cano Esteban