La madrugada del sábado, Rocha, que tenía casa por cárcel en Estados Unidos, y que había sido tenido en Suiza en mayo del 2015, acusado de corrupción en los manejos de fondos de la FIFA, murió de cáncer de próstata y el colmo es que ni siquiera supo de qué murió pues sus familiares se enteraron hasta que un médico momentos antes de expirar dio a conocer el fatídico diagnóstico.
Se quejaba de mucho dolor, dijeron sus familiares y la defensa estaba abogando para que muriera tranquilo en Nicaragua”, pero ya no dio tiempo, Julio, aquel hombre humilde muchas veces, soberbio en otras ocasiones, finalmente cerraba un capítulo importante de su vida.
En las redes sociales, hay quienes lo cuestionan, otros hasta pesar han mostrado, pues lo consideran chico expiatorio y utilizado por muchos para lograr sus propósitos. Todavía no hay detalles del traslado del cadáver a Nicaragua, o sí quedará en Estados Unidos, sin pasearse por las calles de su natal, Diriamba, como lo deseaba.
Alberto Cano Esteban