Palacios, fue dirigente estudiantil de primaria, y sobreviviente de la masacre somocista del 9 de julio de 1978, donde la guardia nacional, mató a cuatro estudiantes jinotepinos.
Al triunfo de la revolución sandinista en 1979, Palacios Zapata, formó parte de las Milicias, batallones estudiantiles, y estuvo movilizado en cortes de café y algodón. Además de dirigir proyecciones de documentales en todo Carazo, con el cine móvil, que manejó en los años 80, el Instituto Nicaragüense de Cine, (INCINE), adscrito al Ministerio de Cultura, en aquellos años.
Era hijo, de doña Gregoria Zapata, colaboradora histórica del FSLN y le sobreviven dos hermanos, también combatientes sandinistas, William y Rodolfo Zapata.
El miembro del llamado sandinismo histórico de Carazo, Uriel Calderón, calificó a Palacios Zapata, como un gran luchador y aprovechó para hacer un llamado al gobierno y al FSLN para atender más a quienes se dedicaron por entero a respaldar a la revolución en los años 80.