Tras la muerte por causa natural, de Don Juan Rafael Martínez, de 91 años, quien estuvo acogido en el asilo por espacio de mes y medio la noche de navidad de convirtió en noche de vela.
La muerte del ancianito, según fuentes del hogar de ancianos, fue por causas naturales, pues al centro llegó enfermo.
Uno de los hermanos de Don Juan, Andrés Martínez, fue el único que estuvo en la vela del señor fallecido quien ayer domingo 25 de diciembre fue sepultado en el cementerio de Jinotepe, a pesar de que el ancianito, era originario de la ciudad capital.
Ningún otro familiar se presentó a despedir el cuerpo del anciano. Solo el amor que hay en este centro y la calidez humana fue lo que acompañó al ancianito en sus últimos días de vida.
El hogar de ancianos de Jinotepe necesita de más personas que voluntariamente donen comida, pañales de adulto, leche, y además voluntarios que colaboren con limpieza, ordenamiento o atención a los ancianitos.