Doña Lyla, murió la mañana de este lunes y ayer por tarde ante un lleno total, se realizó una misa de cuerpo presente en la parroquia Santiago Apóstol, presidida por el párroco, padre, Juan de Dios García y concelebrada entre otros sacerdotes por los padres, Edwin Román Calderón y Monseñor Bismarck Carballo.
El padre, Juan de Dios, calificó a doña Lyla, como una gran luchadora por las causas justas, fiel a Jesucristo y la Iglesia católica y reseñó que sintió una enorme alegría cuando se fueron los comerciantes al mercado y luego se llevó la peor decepción cuando regresaron “Porque en Jinotepe, impera la ley del más fuerte, no hay orden, ni autoridades y eso la llenó de mucha tristeza y murió con esa tristeza de ver el templo que ella quería repleto de comerciantes” expresó el religioso en alusión a la presencia nuevamente en las calles de mercaderes.
Familiares de la finada, confirmaron que su cuerpo será cremado y luego sus cenizas conforme su voluntad lanzadas al mar para que su alma repose en paz, según su última voluntad.