Los módulos a los que se les ha puesto candado son utilizados como bodegas por los comerciantes, quienes llegan por la noche a dejar o a recoger mercadería.
Al enterarse de lo que estaba pasando, los comerciantes del viejo mercado llegaron hasta el nuevo para impedir que las autoridades continúen colocando más candados.Los comerciantes aseguran estar molestos porque el hecho que de que se hayan ido al viejo mercado no significa que hayan abandonado sus tramos en el nuevo.
El mercado de Jinotepe fue inaugurado el pasado cinco de julio y desde entonces las autoridades han luchado para que todos los comerciantes se pasen a los nuevos tramos, sin embargo aún quedan alrededor de 1,000 comerciantes en el viejo mercado, según estimaciones.Las autoridades apuestan por colocar candados en todos los tramos que aún no han sido ocupados, que son unos 250.
Maynor Garcia-La Prensa