Desde la torre de la iglesia La Merced se alcanza una majestuosa panorámica de la ciudad de Granada, para disfrutar de este atractivo turístico el visitante tiene que ascender 71 escalinatas en un tiempo menor a los cinco minutos.
El proyecto del mirador de la iglesia La Merced, fue impulsado hace más de doce años por el sacerdote Sergio Ochomogo, quien visibilizó en la llegada masiva de turista a la ciudad, una oportunidad de ingresos económicos, para promover proyectos de preservación y mantenimiento, de una de las joya arquitectónica de estilo colonial con su fachada de estilo barroca, que fue incendiada por las tropas de William Walker en 1854.
“El padre decidió reemplazar las escalinatas de madera por unas de concreto y mandó a construir verjas a los alrededores del campanario, para brindar mayor seguridad a los visitantes”, detalló el guía turístico Javier Cubas.
En su inicio la nueva oferta turística logró una buena acogida de parte de los turistas nacionales y extranjeros, quienes desde el campanario logran observar toda la ciudad a través de los cuatro puntos cardinales y cuando el cielo se mantiene despejado, se aprecia los volcanes Concepción y Madera de la isla de Ometepe.
“El éxito fue tanto que en los primeros años recibíamos por día hasta 150 turistas, a veces teníamos que pedirles un poco de tiempo, mientras descendían de la torre otros grupos de visitantes, quienes pagan el precio de un dólar, para ver un espectacular paisaje del centro histórico de la ciudad con sus antiguas casas de techo de tejas, el lago Cocibolca con sus isletas y todo el esplendor del volcán Mombacho”, remarca Cubas, quien además, es el encargado de la torre.
Julie Duran es una joven francesa que visitó por primera vez Granada y dentro su itinerario estaba conocer la torre de la iglesia La Merced, que resguarda sus antiguas campanas y donde logras alcanzar una visión diferente de una de las ciudades más antiguas de Nicaragua.
“Muy bonita la vista, porque podemos ver el lago y la catedral y diferentes panorámicas, todo se ve de cerca en la ciudad y eso es maravilloso”, remarcó Duran.
La crisis sociopolítica y la pandemia alejaron a los visitantes de la torre
A raíz del estallido social del 2018, las autoridades de la iglesia La Merced decidieron cerrar las puertas de la torre, porque en la ciudad los turistas se habían alejado al huir de la violencia que se vivía en Granada, donde la manifestaciones populares que salieron a las calles a demandar justicia y libertad, fueron atacadas por policías y simpatizantes del partido del gobierno.
En el 2020 se vieron obligados a suspender nuevamente el servicio del mirador por la entrada al país de la pandemia del Covid-19, donde la visita de turistas nacionales y extranjeros se redujo en la ciudad colonial.
“Luego de estos acontecimientos reanudamos el servicio, pero la cantidad visitantes se redujo de manera significativa, antes recibíamos por día hasta 150 personas, pero ahora con la baja de visitantes, que lo podés ver en toda la ciudad, apenas logramos recibir de 15 a 30 turistas por día”, añadió Javier Cubas.
La entrada sigue manteniendo el precio de un dólar, para turistas nacionales y extranjeros, con el dinero que recaudan siguen cubriendo los gastos básicos del templo como el pago de la factura de agua potable y energía eléctrica, así como proyectos de preservación del techo.
Tours Operadoras ofrecen en su paquete turístico la torre de la iglesia La Merced
En los alrededores de la torre camina un grupo de diez turistas, que llegaron esta vez, procedente de Alemania que buscan los mejores ángulos, para tomar fotografía de la ciudad, estos visitantes forman parte del tours de la operadora TripNic que conduce el guía turístico Erick Alvarado.
“Por lo general a cada turista que visita Granada siempre se le incluye en el tours la visita a este mirador de la iglesia La Merced, porque desde aquí se obtiene el punto más alto de la ciudad, donde tienes diferentes panorámica del casco histórico de la ciudad como el mercado y el estadio municipal”, remarcó el guía turístico.
En el mirador se alcanza un clima fresco y logras vivir una tranquilidad al tener la experiencia de estar en un lugar histórico que guardan las campanas del templo que llaman a los fieles a participar en las misas y tienes la experiencia de sentir que la ciudad descansa bajo tus pies.