Las famosas triquitracas, que son las más cotizadas por la mayoría de la población este año se venden en diez córdobas el paquete. El año pasado costaban cinco córdobas, la docena de candelas romanas cuesta doce córdobas más.
Según el comerciante Sergio Rodríguez, quien tiene más de diez años al frente de su negocio de pólvora, 500 córdobas en compra de pólvora no es mucho. “La gente viene a comprar y pregunta por todo, pero al ver que los precios están bastante altos, nos dicen ando tanto acomódeme y es lo que hacemos, tratamos de pedir a nuestro proveedor lo más barato y lo más cotizado por la población, pero sí que se nos vino demasiado alto el precio este año”.
Esperanzas no se pierden
Son cuatro los comerciantes de pólvora en Diriamba, quienes coinciden en que sus expectativas para este año es terminar el poco producto que tienen en sus tramos antes de fin de año, debido a que ha sido un 2021 difícil donde muchas familias lo que buscan es priorizar el alimento.
“No esperamos obtener unas ganancias como las de años anteriores, pero sí buscamos terminar todo el producto, porque de nada nos sirve hacer una gran inversión y que nos quede esta pólvora, este año vamos a llegar hasta donde se pueda y si el producto se termina antes del 31 pues ni modo, pero ya no se va a invertir, estamos dispuestos a rebajar lo más que se puede, pagar lo que se debe y por lo menos recuperar lo invertido”, dijo Rodríguez.
Este siete de diciembre, día en que se celebra la Gritería en honor a la virgen María, las expectativas de ventas son mínimas, debido a que muchos fieles católicos no optaron por celebrar, ya que existe un alto nivel de desempleo y otros porque prefieren resguardar sus vidas del coronavirus.
Impuestos también subieron
Don René Hernández Mena, este año invirtió más de ocho mil dólares en la construcción de un nuevo tramo y en compra de productos, por lo que hace un llamado de conciencia al alcalde la ciudad para que el año que viene pueda darles la oportunidad de estar en un local donde no tengan que pagar altos montos en concepto de alquiler.
“Yo tengo más de diez años de vender estos productos, mi negocio se llama Cacique y pienso que la inversión que nosotros hacemos es bastante, pagamos alquiler de terreno para poder vender, no estamos pidiendo que nos regalen nada, pero sí que nos cobren un precio más accesible y que nos apoyen porque este es un negocio anual donde solo vendemos en el mes de diciembre”, alegó Hernández.
Para poder vender juegos pirotécnicos, los comerciantes tuvieron que realizar pagos para obtener permisos de comercialización en la Policía Nacional, los bomberos, Unión Fenosa, alcaldía, además pagar el alquiler de la propiedad e inversión en la construcción de los tramos improvisados.
Para Ricardo Navarrete, quien también se dedica a la venta de pólvora, este año no ha sido fácil, ya que la estructura de los tramos cambió este año y tuvo que invertir en madera, zinc y tubos para la luminaria. ”Solo en pagos de impuestos, remodelación, tuberías y alquiler yo pagué en total de 20 mil córdobas y se dejaron dos mil córdobas de depósito en Unión Fenosa como requisito para pagar la luz que se consuma en el mes, eso lo pagamos entre todos los comerciantes”.
A pesar de que no ha sido un año fácil en medio de una pandemia y una economía totalmente baja, los juegos pirotécnicos para muchas familias significan júbilo, consuelo, recuerdos que quedan atrás y la alegría de un nuevo inicio de año que se espera mejor que el que llega a su fin.
