El medio de comunicación Nicaragua Investiga realizó una entrevista a María, madre de Andrea. Ella todos los días inclina sus pies, se postra en el suelo y clama al altísimo, por la situación que está enfrentando pues al percatarse de lo que pasaba en el cuerpo de su niña, como siempre la ha identificado, decidió llevarla al médico, quien le dijo que Andrea tenía dos genitales, era hermafrodita.
La noticia le cayó “como balde de agua fría”, era la primera vez que escuchaba de ese término. La mujer llegó a su casa, y una vez entró a su domicilio se quebrantó, no pudo contener el llanto.
-“¿Qué pasó?”, le preguntaban sus familiares angustiados.
-Ella contestó-“Andrea” tiene dos genitales; uno femenino y uno masculino. “Los médicos me dijeron que se trataba de una hermafrodita, o así es conocido. Dicen que de un millón es uno y tan pronto fui yo a la que le está tocando vivir esto”.
El diagnóstico ha sido difícil de afrontar, porque que la menor nació la han tratado como niña. Nunca notó nada raro en la menor, sino hasta hace poco meses, cuando “Andrea” recién había cumplido ocho años.
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“Yo la recibí al mundo como una niña, es algo que es difícil de aceptar”, dijo.
El clítoris creció hasta tomar la forma de un pene, aunque más abajo la pequeña tiene su vagina. Según “María”, el pene de su hija tiene toda la estructura que se espera de un órgano genital masculino.
“Dicen que lo que manda es lo que ella produce, porque necesitan saber si tiene óvulos, si tiene ovarios, o tiene testículos y necesitan saber también si ella produce células masculinas o células femeninas”, contó.
Trastorno de la diferenciación sexual
Nicaragua Investiga, en el artículo citando al endocrinólogo pediatra Enrique Medina explica “que los trastornos de la diferenciación sexual pueden tener varias manifestaciones y varias causas, las principales son desórdenes cromosómicos, es decir, que en lugar de tener 46 cromosomas XY para un varón o 46 cromosomas XX para una mujer, existe uno adicional o uno menos. Eso causa anomalías en el desarrollo genital”
“La otra causa, es un desorden genético y también hay una última causa que la ciencia analiza cada vez con más detenimiento; factores ambientales. Y es que, según Medina, se cree que algunos alimentos con exceso de agroquímicos o químicos o algunos productos farmacéuticos o cosméticos pueden tener agentes que causan este tipo de condiciones, pero es algo que se continúa estudiando”, agrega.
Lo más común que estos casos se detecten en la adolescencia, cuando se percibe que las mamas en el caso de las mujeres no se desarrollaron, no hay menstruación, o hay un crecimiento exagerado del clítoris, en los hombres un pene pequeño.
“Hay que hacer una serie de estudios antes de poder llegar a esa conclusión y siempre esta decisión es una decisión colegiada, entre la familia y un grupo de especialistas en los cuales debe estar un pediatra, un endocrinólogo, un radiólogo, un cirujano, un psicólogo, bioquímicos para hacer estudios moleculares avanzados y ese equipo desgraciadamente en nuestro país no lo tenemos”, explicó el especialista a Nicaragua investiga.
“Una cosa es lo que uno quisiera y otra cosa es lo que tenemos en frente.Una vez que los exámenes han arrojado si internamente, es decir a nivel genético u hormonal, prevalece el sexo masculino o femenino”,refirió.
Cuando ya los análisis médicos determinen el sexo predominante, lo siguiente que procede es suprimir quirurgicamente los organos genitales que no corresponde.
“Crear una mujer es mucho más fácil desde el punto de vista técnico y hormonal”, Medina.
Lo otro a tomar en cuenta según el expero es que, a pesar de que se dejen unos órganos determinados, no se garantiza que estos sean funcionales. En algunos casos el niño o niña podrá tener problemas en el futuro para embarazarse o engendrar, o bien presentar otro tipo de disfunciones sexuales.
Mientras tanto los pensamientos de “María” se concentran en el sufrimiento al que puede ser sometida “Andrea”.
“Mi primer temor es que me hagan bullying en la escuela, que me la traten diferente”, dice llorando. Su otra angustia es que le digan que no es una niña como ella y todos creían, “¿cómo lo va a tomar ella?”, se pregunta preocupada por las afectaciones psicológicas que pueda desarrollar su hija.
“Cuando los médicos me dijeron todo eso para mí ha sido una vida de calvario la verdad”, dice.Con el proposito de proteger la identidad de la niña y la madre se les cambió el nombre.
