El patio no hace falta, pues el paisaje de los países que han visitado se ha convertido en su jardín.
Desde hace meses están en Nicaragua, ya han visitado varios lugares, entre ellos el departamento de Carazo, ahí tuvieron la oportunidad de estar en Cañas Blancas, jurisdicción del municipio del Rosario.
“Digamos que el viaje ha sido siempre una parte muy importante de nuestra vida, de nuestra relación, entonces con hijos era, cómo no vamos a enseñarles el mundo también a ellos y a nosotros nos ha aportado tanto”, dijo Martha.
Dany expresó que al inicio el viaje era un caos, “pero aprendimos que no, que tenía que haber una rutina y una estructura para que los niños funcionasen bien”.
Dado a este estilo de vida, Martha se ha encargado de impartirles las clases a los niños.
“Ella es la súper profesora, la directora del colegio, ella es la todo; entonces, los sienta, los pone hacer clase, y yo mientras me pongo a trabajar, edito los videos que pueden ver en YouTube y, además, ahí cuando se ha acabado ese ciclo, pues, si estamos en la playa se van a bañar un poquito a la playa, mientras yo hago la comida”, describió Dany, quien además comentó que esta aventura empezó en Uruguay.
“Empezamos en Uruguay donde llegamos. El camión llegó en barco, y nosotros desde ahí bajamos todo por tierra hasta Ushuaia que es la punta más al sur, y de ahí fuimos subiendo toda la cordillera andina, Chile, Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, cruzamos en ferry otra vez a Panamá y de Costa Rica a Nicaragua, que es donde estamos ahorita”, describió Dany.
De Nicaragua les ha fascinado la comida, los volcanes como el de Masaya y ciudades como Granada lo dejan muy impresionado.
“Al pie del volcán conduciendo (su camión), o sea, eso no pasa en ningún volcán, y que los puedas ver a 200 metros, la lava tampoco; porque mira cómo hemos viajado y normalmente tú los puedes ver desde otra montaña, pero nunca tan cerca”, expresó Dany.
“Nos está gustando mucho, Nicaragua no se va acabar tan rápido”, continuó.
Por su parte, Martha comentó que antes de entrar a Nicaragua, “nuestra idea era a lo mejor, pues darle un mes, porque el tema de los visados es que nos dan tres meses para los cuatro países de Centroamérica”.
“Con Nicaragua es que teníamos como varios comentarios, por un lado, el de los viajeros, que la mayoría era como un país que les gustaba mucho, por la gente, la cultura; pero luego está como la visión de los medios de comunicación”, refirió.
Ya llevan casi dos meses en Nicaragua, y ya están pensando en renovar la visa, porque “la verdad que es un país que atrapa”.