Si te suenan familiares, o sos la mujer que ha sido acosada en la calle mientras camina rumbo a su escuela, trabajo o centro de compras o sos quien ha acosado a mujeres en algún momento de la vida.
Leer además: La nica que estuvo siete años como esclava sexual de los zetas
Y por qué decirle acoso, ¿por qué llamarlo de una forma tan radical? Porque las mujeres cuando vamos caminando y alguien nos incomoda bajo el pretexto de “piropos”, nos sentimos acosadas, cosificadas y hasta violentadas.
Más de alguna lectora habrá sentido el miedo de caminar por una acera y ver un número de hombres en grupo en la esquina, la situación la ha llevado a cambiarse de calle, regresarse o pasar muy, muy rápido, por temor a recibir frases obscenas y comentarios deshonestos.
No importa si vas de jeans, falda corta o hasta el ojo del pie, la violencia patriarcal machista que se revela al acosar a una mujer no conoce ni usa excusas baratas, te van a acosar siempre, porque sos mujer y no importa la ropa, el maquillaje o los atuendos.
Y si hablamos de que no se fijan en nada a la hora de acosarte, lo digo en serio, pues he visto y vivido acoso desde que era una niña, aún sin un cuerpo desarrollado, mientras viajaba a la escuela no faltaba el hombre adulto que sacaba una frase o un adiós perverso, que claramente no me gustaba y a veces por temor a que me asariara respondía.
Las personas dirán que por qué las mujeres responden ese adiós mal intencionado si no les gusta, y la respuesta es para evitarnos el hay que orgullosa, huy tan bonita y tan repugnante o hasta incluso amenazas como algún día serás mía, me vas a hablar cuando te tenga...
Señores hombres, quiero decirles que los piropos, los adiós mal intencionados, las frases obscenas y las vulgaridades no nos gustan, no nos excitan, no nos enamoran. Nos dan asco, miedo, repulsión y enojo.
Y a vos mujer que me leés, si la condición te lo permite y no expone tu seguridad, cuando un sujeto te acose decírselo con nombre y apellido, acosador no quiero tu piropo, no quiero tu acoso, no quiero tu violencia.
Las mujeres merecemos vivir en un mundo sin violencia y lleno de seguridad para todas.