En Nicaragua, 4 suicidios en 4 días conmocionaron al país, sin olvidar que una joven embarazada se quitó la vida este lunes, 7 de septiembre.
Esta frecuencia de casos impacta, sin embargo, no podemos perder de vista que el suicidio es un problema global que anualmente cobra la vida de un millón de personas.
Leer más:Exiliada nicaragüense se suicidó en Costa Rica
Desde el 2003, la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud, ha promovido cada 10 de septiembre el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, con el objetivo de concienciar a nivel mundial que el suicidio puede prevenirse.
Stereo Romance conversó con el psiquiatra Mauricio Sánchez, del consultorio médico Maranatha, quien insiste en que el suicidio puede prevenirse y que hay que prestar atención a las señales de los suicidas.
¿Puede prevenirse el suicidio?
El suicidio, como muchos problemas serios de salud, puede ser altamente prevenible.
Si usted tiene un problema de salud como la hipertensión, usted va a trabajar con su médico en torno a una serie de factores de riesgos, que lo van a llevar a desarrollar la hipertensión o a agravarla, usted va a bajar de peso, disminuir la ingesta de sal, hacer ejercicios.
Modificando estos factores que nosotros llamamos de riesgo, podemos prevenir el desarrollo de la condición médica, igualmente, la conducta suicida, no tan simple como la hipertensión, dado que este es un fenómeno, es un problema de salud multicausal muy complejo, también tiene determinados factores en los que podemos incidir para disminuir o evitar la consulta suicida.
Entre los factores de riesgo podemos hablar si hay problemas psiquiátricos, en estas personas, acceso al tratamiento adecuado, a trabajar en la línea de prevenir un suicidio. Si la persona es tomadora de alcohol, de fármacos prescritos o de otras drogas, trabajando sobre ese factor de riesgo que es el consumo-dependencia-sustancia usted va a lograr disminuir el riesgo suicida.
Hay factores sociodemográficos como vivir solo, el desempleo, la separación de pareja y aislarse, son situaciones en las que se debe intervenir para evitar un suicidio.
Evitar que hombres que tienen más riesgo de conducta suicida se aíslen luego de la separación de una pareja, ese sería otro ejemplo. Modificando los factores de riesgos podemos incidir en disminuir la conducta suicida.
¿Qué datos nos indican que alguien es suicida?
Cualquier ser humano que se enfrente a una crisis, a eventos sicosociales, eventos económicos, eventos de pérdida, que sobrepase la capacidad de adaptación, la persona pudiera desarrollar un problema de salud mental que lo lleve al suicidio o reaccionar y presentar una conducta suicida.
De manera general, cualquiera de nosotros, ante situaciones difíciles como las que hemos estado viviendo: confinamiento, muerte de seres queridos, si le sumamos a nuestra individualidad la presencia o no de uno o más factores de riesgo, somos propensos a desarrollar conductas suicidas.
¿Alguien puede llegar al suicidio solo por un impulso o es producto de una conducta depresiva sostenida?
Muy interesante pregunta. Antes me gustaría señalar que la literatura mundial nos enseña que del 80 al 90 por ciento de los suicidas tienen asociada una enfermedad mental, no solo la depresión sostenida que usted le llama, sino enfermedades como la esquizofrenia, el uso de alcohol, drogas, trastornos depresivos mayores, las enfermedades bipolares, etcétera, que son patologías mentales, pero qué pasa con el otro 10 o 15% que no presenta enfermedad mental.
Leer más:Problemas económicos y familiares llevaron al ex Garibaldi Xavier Ortiz al suicidio
Esta conducta suicida va a ser producida sin tener ninguna base sicopatológica y sin tener ninguna enfermedad, y van a ser esas conductas suicidas que se producen en nuestras vidas cotidianas, ante cualquier situación de crisis, que rebasan nuestra capacidad de enfrentamiento, nuestra capacidad de adaptar, como es una enfermedad orgánica, el diagnóstico de un cáncer, la pérdida de un ser querido, donde no sentimos talvez culpable. Si puede actuarse de manera impulsiva cuando la crisis, el evento, nos sobrepasa.
¿Cómo debemos actuar ante los adolescentes que nos amenazan con quitarse la vida?
En cuanto a la conducta suicida en la adolescencia, es importante señalar, primero, que el suicidio en los adolescentes está aumentando. Las causas son igual que en muchos adultos, la depresión, conflictos sentimentales, conflictos interpersonales, crisis familiar, incapacidad de los adolescentes para resolver de manera sana sus estresores sicosociales, el abuso de droga y otras. Todo esto tiene un común denominador, en relación de esta etapa vital del ser humano que es la adolescencia, que está caracterizada por el descontrol de los impulsos y de las emociones.
Leer más:Acoso y difamación en redes sociales lleva a joven al suicidio en Belen
La impulsividad es una forma desorganizada de responder a los desacuerdos, es más inteligente buscar el consenso, el diálogo, las negociaciones, pero los adolescentes están en construcción de esa madurez y ellos que no controlan sus impulsos, más crisis con sus padres, en la escuela, en la sociedad, todo eso se traduce en mayor riesgo sicosocial, a las drogas, a conducta suicida, esa misma impulsividad hace que reaccionen ante la frustración, ante un no para salir de casa, castigo por bajo rendimiento escolar, generando conflictos con sus padres y mencionando constantemente o con alguna frecuencia mejor me voy de esta casa, mejor me mato, como respuesta a la poca tolerancia a la frustración.
Esto me lleva a algo que siempre me gusta transmitir, eso de yo me mato es para manipular a los padres, para manipular en el colegio, pero toda conducta, aunque sea comunicacional, como amenaza de suicidio tiene que ser tomada en cuenta y es un buen momento, aunque no tenga la idea de suicidarse ni el plan, pero el solo expresarlo es un buen momento para buscar ayuda y poder mejorar la relación entre esa brecha entre adolescente y padre.
Una amenaza de suicidio es un pedido de ayuda.
