“El incendio en la capilla de la Sangre de Cristo no fue intencional, descartándose acción criminal” , expresó el comisionado general Jaime Antonio Vargas.
Como parte de las investigaciones, según el reporte de la institución menciona que no lo provocó un cortocircuito.
"Se descarta que haya habido cortocircuito o recalentamiento del sistema eléctrico y también se descartó que el incendio se haya originado por explosión, ya que no se encontró ningún artefacto explosivo industrial o artesanal, ni fragmentos de vidrio, metal o papel, (bomba molotov y/o bomba de contacto)”.
En ese sentido, el alto mando policial indicó que el origen del siniestro se debió a diversos factores físicos y químicos, dado la presencia de vapores de alcohol, que se combinaron con la llama de una veladora que era encendida todos los días a partir de las 7 de la mañana y se apagaba a la una de la tarde, además de materiales de fácil combustión como una alfombra color rojo, una alfombra plástica de color verde, flores artificiales, la Santa Túnica, un material plástico que protege la imagen de la Sangre de Cristo, de fácil combustión e inflamable.
“Se produjo por una combinación de elementos físicos y químicos que incidieron en la plataforma donde se ubica” la venerada imagen, dijo el comisionado.
La policia asaegura que cuando se dio el hecho que commocionó a la comunidad católica y no católica, alrededor de las 11:30 de la mañana estaba en el lugar, un feligrés de nombre Manuel Salvador Bravo Alvarado, de 70 años de edad, y la señora Xiomara de Jesús Castro, de 57 años de edad, que se dedica a vender veladoras desde hace 27 años.
Doña Xiomara en su relato a la Policía Nacional señaló que don Manuel Salvador estaba dentro de la capilla rezando, mientras ella contaba el dinero de la venta de veladoras y observó que había fuego en el entorno de la capilla, por lo que pidió al feligrés que saliera e inmediatamente llamaron a los jardineros de Catedral.
Según la policia, ambos coinciden en que solo los 2 estaban y que no escucharon ninguna explosión.
Castro en su testimonio hizo referencia a un atomizador, que se utilizaba para desinfectar a quienes ingresaban al templo, debido al Covid-19. El escrito manifiesta que el artefacto era volátil y altamente inflamable.
A la vez, ella refirió que enfrente a la cúpula de la Sangre de Cristo imagen que resultó destruida habia un candelabro con una vela, la cual se enciende a la 7 de la mañana y se apaga a la una de la tarde.
Cardenal negó que haya habido candelas
En el interior de la capilla, de acuerdo con el relato de doña Xiomara, siempre hay un candelabro alto con una vela encendida frente a la cúpula de la Sangre de Cristo. Esa vela es encendida a las 7 de la mañana y se apaga a la una de la tarde, acción que realiza un sacristán de la catedral.
"La fuente de calor provino de la llama de la veladora ubicada al costado este de la primera grada de la plataforma de la Sangre de Cristo, la cual permanece encendida desde las 07:00 a.m. hasta la 01:00 de la tarde, produciendo aumento de temperatura en el ambiente", dice la versión policial.
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Cabe mencionar que tanto la comunidad católica, como su eminencia Cardenal Leopoldo Brenes han catalogado el evento como un acto terrorista, porque el incendio habría ocurrido después de que un sujeto aventara un explosivo.
Brenes, al referirse al evento, mencionó que en la capilla afectada de la catedral no había veladora, por cuestión de preservar la venerada imagen cuya existencia databa desde 1600.
