Sin un solo diplomático en la mesa de presídium, por primera vez, desde que inició la pandemia el 18 de marzo, la pareja presidencial apareció en público utilizando mascarillas, aunque solo Murillo la usó estrictamente.
Llamó mucho la atención que los miembros de la JS invitados estaban sentados a 1 metro de distancia, no obstante, la rompieron al tomarse de las manos para corear la canción dedicada a Carlos Fonseca Amador.
Mientras muchos simpatizantes que no fueron invitados al acto lo veían desde la malla metálica que pusieron para que no pudieran colarse, Rosario Murillo inauguró el acto con un breve discurso que inició diciendo: ¡Que viva Sandino, nuestra Nicaragua!
Asimismo, dijo que “aquí hay libertad, dignidad y fraternidad”, pero inmediatamente sacó a relucir su consigna “no pudieron, ni podrán”.
Posteriormente, Ortega, quien se quitó la mascarilla para hablar, saludó a Gustavo Porras, presidente de la Asamblea Nacional, a Julio César Avilés Castillo, jefe del Ejército de Nicaragua, también estaban Francisco Díaz, jefe de la Policía Nacional; Iván Acosta, titular de Hacienda y Crédito Público; Martha Reyes, ministra se Salud, Bayardo Rodríguez, jefe del Estado Mayor del Ejército, Adolfo Marenco, segundo jefe de la Policía Nacional, Sonia Castro, asesora presidencial para la salud, general Marvin Corrales, inspector del Ejército, comisionado Jaime Vanegas,, inspector general de la policía y Roberto López, director del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social.
«Celebramos este aniversario con ciertas medidas para proteger la vida con una epidemia que ha sorprendido a los países subdesarrollados», señaló Ortega, asimismo, enfatizó que “hemos logrado enfrentar con éxito esta pandemia y acatando las indicaciones que nos dan las autoridades de salud, que son las especialistas en la materia”, dijo, pese a que desde la noche del sábado habían promovido concentraciones masivas en actividades como juegos de pólvoras, caravanas y juegos deportivos.
El discurso estuvo centrado en brindar cifras que ya todo el mundo maneja, inició diciendo que desde el 11 de junio hasta el 30 de junio se habían reportado 91 muertes por la pandemia y que en total habían fallecido 12,100 personas en el país, entre las que se incluyen 2,344 por “neumonía”, diagnóstico que usan en los hospitales públicos con los pacientes fallecidos por coronavirus.
Ataque a Estados Unidos
Estados Unidos no podía estar ausente en su discurso, luego de que el departamento del Tesoro sancionó a su hijo, Juan Carlos Ortega Murillo, justo cuando los sandinistas celebran el “Día de la Alegría”, aunque no hizo alusión a ese hecho, manifestó: “Es una cosa totalmente brutal, un imperio tan poderoso como ese (Estados Unidos) ensañándose con un país como Nicaragua, haciendo daño al pueblo nicaragüense, tratando de acobardar al pueblo nicaragüense, pero este pueblo es valiente. Ojo con los embajadores yanquis, de ahí salió la orden que vino de Washington para asesinar al general Sandino”.
«Nos interesa que otros nicaragüenses regresen a Nicaragua, pero de manera ordenada… nosotros abrimos las puertas pero con las medidas que se deban tomar», dice Ortega luego que varios grupos de inmigrantes han permanecido días varados en diversos países.
Asimismo, habló de la próxima construcción de 7 hospitales y 1 casa materna, felicitó al personal de salud y aseveró que aún en la pandemia han seguido las obras de progreso como carreteras.
“Hoy en el 41 aniversario damos fe de que lo que dijimos y juramos en esta plaza hace 41 años al pie del Palacio Nacional donde estaba nuestro general Sandino, lo dijimos con la seguridad que estábamos siendo portadores de la dignidad nacional… En esta plaza, en este mismo sitio, mientras conmemoramos la Revolución, todavía habían hermanos luchando… ahora todos juntos vamos a seguir combatiendo la pandemia, haciendo deportes, haciendo cultura, siempre con las medidas que nos manden las autoridades. Le decimos a los héroes y mártires, le decimos a todos los familiares, a los combatientes, vamos a seguir trabajando por la paz», concluyó Ortega.
