“En La Conquista, Carazo, el 24 de julio también una Unidad de Seguridad Ciudadana que lleva el nombre del Inspector Faber Antonio López Vivas, asesinado, ya sabemos por quiénes, el 8 de julio del Año 2018”, dijo Murillo.
Su madre, doña Fátima Vivas Torres, en aquella ocasión aseguró que a su hijo lo mató la propia Policía, porque él pidió su baja al no estar de acuerdo con la represión contra los opositores. Según la progenitora, días antes de la muerte de Faber, éste la llamó por teléfono y le manifestó que su superior le respondió que primero lo mataba a él y luego a su familia, una versión totalmente diferente a lo que afirma Rosario Murillo.
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“Me están quitando el resto de la mitad de vida que me queda con esta burla que hace esta mujer. Ella dice ya sabemos quiénes asesinaron al oficial, yo sí lo sé, la que no quiere aceptar es ella, porque mi hijo fue asesinado por negarse a reprimir al pueblo”, indico Vivas al medio de comunicación Nicaragua Investiga.
Tras conocer que el gobierno de Daniel Ortega quiere usar el nombre de su hijo para una estación policial, la señora Fátima reaccionó indignada y declaró que no quiere que ninguna unidad de Policía lleve el nombre de su hijo.
No tenía bala en la cabeza, como dijo medicina legal
“Rosario Murillo sigue disfrutando del dolor que me ha causado al asesinar a mi hijo, y no solo asesinar a mi hijo, también al perseguirme. Estoy viendo cómo sigue usando el nombre de mi hijo para inaugurar una delegación policial. Me indigna, siento que me arranca el alma cuando escucho que menciona el nombre de mi hijo, tratando de engañar al pueblo de Nicaragua, quienes mataron a mi hijo fueron los terroristas de El Carmen, esos son los únicos terroristas que existen en mi país”, dijo la madre del inspector en declaraciones al portal 100% Noticias.
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Aquel 8 de julio la policía, al entregar el cuerpo del joven a su madre, le aseguraron que este había sido asesinado de un disparo entre las cejas, por “los terroristas”, pero al dudar sobre esta versión, la señora buscó a médicos forenses privados que le confirmaron que su hijo murió producto de varias horas de tortura.
“Había sido arrastrado, le habían arrancado las uñas, le sacaron los ojos y le habían dado un golpe en el tabique nasal, que eso fue lo que llevó a mi hijo a la muerte, después de 24 horas de tortura”, dijo la madre.
Además, uno de los médicos que revisó el cuerpo del joven comprobó que no tiene ningún orificio de bala en su cabeza, como informó el Instituto de Medicina Legal (IML).