El menor se hizo famoso en un piquete exprés realizado en Masaya el año pasado. Ese día circuló una fotografía donde él estaba de espalda, se aprecia que usaba una gorra azul y blanco, un pañuelo de los mismos colores, y portaba una resortera, mientras que los agentes de la policía estaban cerca, de ahí su apodo.
Sin embargo, el pequeño, en varias ocasiones, junto a su progenitora exigió la libertad de su hermano, el ahora excarcelado político Julio Narváez. Además, apoyó la huelga de hambre que realizaran las madres de presos políticos. Sin embargo, Wascar enfrentaba otra batalla, un padecimiento físico que lo aquejaba desde hace ocho años.
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“Para diciembre del 2012, se enfermó y recurrí al Hospital Alemán Nicaragüense, estando ahí le hicieron un examen de sangre y miraron que las plaquetas las tenía bajas, y el niño se me fue poniendo peor, peor, peor, la gran cabeza, la gran barriga, los bracitos flaquitos”, expresó su madre.
La señora asegura que seguirá luchando por una Nicaragua libre
“Y qué fue lo que pasó pueblo de Nicaragua, a mi niño me lo habían contagiado de VIH SIDA, en el Alemán Nicaragüense”, dijo la mujer, sin brindar detalles o más explicaciones.
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Ella advierte que seguirá luchando por la libertad de quienes están detenidos, por querer una Nicaragua libre, pues ese es legado de su hijo.
“Anduvimos apoyamos los piquetes, anduvimos apoyando a los presos políticos, ese es el legado de mi niño”, indicó la señora.
Las honras fúnebres se efectuaron el pasado 13 de julio, su féretro estaba cubierto por la Bandera Nacional. Simbólicamente colocaron su gorra y su resortera, objetos característicos de la lucha que adquirió, a pesar de su corta edad.