La actividad, que es una de las más importantes dentro de las estructuras del oficialismo, no se efectuó este año. El gobierno no se pronunció al respecto, sin embargo, algunos militantes sandinistas únicamente publicaron fotografías relacionadas con ese hecho histórico.
“Ya en Granada estamos celebrando 41 años de la gesta heroica del repliegue, esta vez lo celebramos así, ¡viva la revolución popular sandinista”, escribió un simpatizante al gobierno en su red social, seguido de unas imágenes.
La actividad concentraba un número significativo de sandinistas, quienes hacían la caminata, desde la Plaza de la Victorias donde iniciaba el recorrido, hasta llegar a La Ciudad de las Flores, mientras Daniel y Rosario Murillo se transportaban en sus lujoso jeep blindado, resguardados por efectivos de la policía, para luego dar su acostumbrado discurso.
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Todo ese ritual, no solo sufrió drásticos cambios este año, sino a partir de la crisis sociopolítica del país, producida por las protestas antigubernamentales de abril del 2018, por las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
El año pasado, esa acostumbrada aglomeración se vio abrumada por el enojo, repudio e indiferencia de los masayas, principalmente de los habitantes del pueblo aguerrido de Monimbó.
Muchos de los ciudadanos cerraron las puertas de sus casas, otros colocaron la bandera azul y blanco.
Cabe mencionar que en ese momento se había convocado a un paro nacional, para ejercer presión sobre el gobierno.
Ese año, el repliegue se caracterizó por haber más presencia policial.
Estrategia
El 27 de junio de 1979, como una estrategia para derrocar a la dictadura de los Somoza se inicia el Repliegue Táctico hacia la ciudad de Masaya.
La situación obligó al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) a organizar y realizar un repliegue táctico donde participaron más de seis mil personas, acción preparada con sumo cuidado y secretismo por los combatientes populares, colaboradores y población en general.
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Recibimiento de los relegados
Los milicianos se trasladaron a pie durante 12 horas hasta Masaya, lo que causó desconcierto en las fuerzas somocistas, quienes asumieron que habían derrotado definitivamente a la insurgencia.
El 28 de junio, en el trayecto hacia Masaya los replegados tuvieron un par de enfrentamientos en los que no perdieron muchas vidas y pudieron seguir su camino.
En la madrugada del 29 de junio pobladores y combatientes de Masaya estaban esperando allí a los replegados que venían de Managua, capital de Nicaragua.
La próxima celebración es la conmemoración de la Revolución Popular Sandinista, de la cual Rosario Murillo se limitó a decir en su acostumbrada intervención en los medios afines de gobierno que este año sería innovador.
