“Señor Presidente, aún resuenan la voces de los pueblos como el nicaragüense y naciones del mundo que demandan que se ponga fin a las políticas unilaterales ilegales llamadas sanciones, que se condone la deuda a los países pobres y cese el bloqueo económico y financiero que se sigue manteniendo en contra de diversas naciones del planeta, en contravención de los principios del Derecho Internacional y de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, cuya transgresión pone en peligro la paz y la seguridad internacionales”, indicó Alvarado.
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Esta es la segunda vez que Alvarado pide se cancelen las sanciones, sin embargo, el pasado 9 de abril el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin, expresó: “Las sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro no están dirigidas a la asistencia legítima. Los programas de sanciones estadounidenses permiten en todo momento que se brinde asistencia humanitaria, incluidos medicamentos, dispositivos médicos, equipos y productos agrícolas. Ante la pandemia global de la COVID-19, tenemos absolutamente presente la necesidad de que esta ayuda llegue a las personas”, dejando más que claro que las sanciones a Nicaragua y a países como Cuba y Venezuela no serán suspendidas puesto que esto no afecta en ningún momento el sistema de salud.
Piden hermandad
Alvarado, al igual que lo hizo Daniel Ortega el pasado quince de abril, al dirigirse a la nación nicaragüense, dijo que el mundo necesita cambios y debido al contexto es necesario mostrar solidaridad.
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“Estos son tiempos de cambios profundos hacia la hermandad, la solidaridad y la paz entre los pueblos y naciones del mundo, es el llamado de la naturaleza, es el llamado de Dios a la humanidad a un cambio en el corazón”, puntualizó Alvarado en su intervención tratando de justificar el porque se debe poner fin a las sanciones en contra el gobierno de Ortega, por los crímenes de lesa humanidad perpetrados en contra los ciudadanos del país.