“Es atípico tener a un comandante en jefe de un Ejército por un período más allá de lo que la Ley establece, que en este caso es de cinco años. Es atípico, pero también hay intereses de la institución que pueden ser aprovechados por Ortega para mandar el mensaje de que el Ejército lo apoya”, indicó Cajina.
Impacto
Por su parte, Cuadra afirma que esta decisión solo provocará deterioro a lo interno y externo de la institución castrense.
“Esa es una de las consecuencias de la influencia de Ortega sobre el Ejército. Pero el daño más grande es a la institucionalidad, a la profesionalidad y la confianza de la sociedad nicaragüense en su conjunto hacia el Ejército. Ese es un daño de fondo que va a tener consecuencias en el mediano plazo”, aseguró Cuadra.
Sin embargo, el inspector general del Ejército, Marvin Corrales, expresó que durante los diez años continuos en los que Avilés ha estado al frente del Ejército han sido positivos, es por ello que el Consejo Militar lo ha elegido nuevamente como su comandante en jefe.
Avilés asumió su cargo el 21 de febrero del 2010. Su nuevo mandato finalizará en el 2025, según lo establecido en el Código Penal que regula el funcionamiento de la institución. Cabe mencionar que antes de febrero del 2014, cuando se aprobó la reforma a esta normativa jurídica en su artículo 147 se prohibía la reelección del jefe militar.