Nicaragua se encuentra galardonada con la presencia del ilustre director de la Real Academia Española (RAE) el señor Santiago Muñoz Machado con una agenda bastante completa.
Este jueves 20 de febrero en la sede de la academia nicaragüense de la lengua (ANL), fue incorporado como como miembro de la academia nicaragüense en una sesión plenaria extraordinaria presidida por el director de la institución Francisco Arellano Oviedo, esto fue posible gracias a la nominación que hicieron el escritor Sergio Ramírez Mercado, el doctor Alejandro Serrano Caldera y Francisco Arellano Oviedo, la cual fue aceptada por unanimidad en el cuerpo de académicos nacionales.
Por su parte en su discurso de agradecimiento titulado “La revolución de las palabras” ha señalado que el léxico del español se ha mantenido largas épocas relativamente estables desde la primera compilación que hizo la Real Academia Española.
El primer fenómeno que mencionó hace referencia a la globalización de los derechos, de la economía y de los sistemas políticos.
“El segundo fenómeno que está produciendo la revolución del léxico son las redes sociales y el lenguaje de internet. Nos preguntan si no nos preocupan las transgresiones de la gramática que se producen todos los días en las comunicaciones en cualquiera de las redes sociales y decimos que no nos preocupa realmente mucho porque eso es un contexto dialéctico que sirve para comunicarse y no me parece que esto vaya a afectar a la columna vertebral del idioma porque nadie se ve en la callecalle en una conversación utilizando este tipo de conceptos”, señaló.
Asimismo, dijo que hay que tener cuidado con las consecuencias de la robotización o el empleo del lenguaje español por parte de las máquinas, de estas herramientas digitales.
“Tenemos las academias un proyecto que llamamos LEIA, como la princesa de Guerra de las galaxias. Lengua e Inteligencia Artificial es el proyecto encaminado a enseñarle a hablar bien a las máquinas. Son 580 millones humanos que hablan español y son 800 millones de máquinas que hablan en nuestras casas, en modo distinto y nuestros hijos y nietos aprenden a hablar según dicen esas máquinas que no siguen los criterios de las academias, sino los de Google, Amazon, Facebook , a los que nos hemos acercado para que hablen con nosotros para enseñarles con nuestros instrumentos lingüísticos y han aceptado , por lo que estamos trabajando en que el lenguaje de las máquinas no sea diferente al del humano”, explicó.
Lenguaje de género
El tercero fenómeno al que se refirió “que es también de atender más que de preocupar son las revoluciones de algunos derechos en particular se están generando, como en el derecho de las mujeres a la igualdad”.
Al respecto señaló que muchas mujeres creen que la lengua tiene la culpa de la desigualdad con los hombres y se equivocan, porque la lengua es inocente.
“La desigualdad de género existe, hay que luchar contra la desigualdad, pero no hay que culpar del fenómeno a la lengua. Tenemos que apoyar en lo que podamos, las academias deben también visibilizar más a las mujeres al ordenar el lenguaje. Los diccionarios definen en masculino algunos conceptos en los que se pueden usar opciones neutrales, se deben emplear formas neutras u alternativas que no implican necesariamente un oscurecimiento del papel de la mujer”, apuntilló.
¿Los y las?
Al ser consultado sobre de qué manera la Real Academia está siendo inclusiva si no se acepta el uso de los y las en todo tipo de circunstancias y momentos, expresó que la RAE "no impone la manera de hablar ni el uso de vocablos porque eso lo deciden los pueblos".
Añadió que en el lenguaje inclusivo se manejan dos tipos de conceptos. "Uno que es el que determina que el discurso se refiere a hombres y mujeres, no hace falta utilizar el femenino para la mujer, ni el masculino para el hombre. Por lo tanto, a eso le llamamos desdoblar", explicó.
"Otra manera de ver el lenguaje inclusivo es considerar que hay un genérico masculino (ejemplo), los españoles, los nicaragüenses, que incluye también a las mujeres, es genérico cuando se refiere a los dos (masculino y femenino). Desde el punto de vista gramatical no es incorrecto, pero no se usa. Sencillamente porque no es tan estético emplear el genérico masculino que tiene una historia larguísima en nuestra lengua, procede esto del indo europeo, antes que las lenguas latinas y romances se formaran", precisó Muñoz.
El académico se reunió con el presidente de Nicaragua y hubo un concierto de Camerata Bach en su honor, en el salón de los cristales.