Usted como todos los días puede ir normalmente a su trabajo se levantó temprano y va con la fe de llegar puntual, todo marcha bien hasta que llega a la terminal Santiago de Jinotepe un día lunes por la mañana y hay una fila como de 200 personas, no hay buses y el sol empieza a subir, llegan los buses en promedio cada 5 minutos, es decir usted al menos hizo unos 35 minutos de fila se peleó con medio pueblo para que la gente no se subiera a la loca, grito dos veces a la cola, a la cola y miro como el chofer le guardaba lugar preferencial a la joven a la cual le “lanza el cuento”.
Justo cuando logra subir al bus toma un asiento y se acomoda, sale el bus lleno en su capacidad de personas sentadas, y comienza la odisea, si estimado lector o lectora, la aventura apenas empieza, y es que ahora el conductor y cobrador empiezan a gritar Managua, Managua como un par de locos y suben a toda la persona que encuentran en el camino, así es, ya el bus lleva llena la famosa banquita y siguen acomodando personas de pie, alguien va casi sentado en su hombro, una señora lleva su mano en el respaldar justo detrás de su cabeza, un niño se agarra de su pierna y muchas otras personas respiran muy cerquita de usted, el colector continua diciendo en el fondo hay lugar y para colmo el conductor tiene un pésimo gusto musical, lleva una música extremadamente escandalosa de fondo y los parlantes hasta tiemblan con el sonido de un maravilloso y recalco nótese mi sarcasmo en la parte que digo maravilloso, reggaetón.
Pasan los minutos usted va desesperado al trabajo pero eso no es algo que a los buseros les importe, conforme avanza el bus peor se siente, el colector empieza a cobrar el pasaje y es ahí donde se arma el show, “¿porque me cobras 32 me subí en Diriamba? Voy de pie afirma un usuario, no me interesa, eso vale responde el colector, ya nos encontramos por el empalme del crucero y ahí una señora paga con 10 pesos a lo que el colector o cobrador molesto dice vale 15 de donde se montó a Managua y la señora le responde molesta que no le dará 5 pesos más ¿Que cree usted que es la reacción? Piense un poco, pues le cuento que tomaron la decisión de bajar a la señora y quitarle los diez pesos, nadie hablo en su defensa un buen samaritano se sacó diez pesos y le dijo tome señora váyase en otro bus.
El chat
Si pensaba que tal tragedia no podía ser peor deje que le cuente al chofer del bus quien lleva casi 30 vidas a su cargo le suena el celular y muy felizmente decide comenzar a chatear mientras conduce por El Crucero va a toda velocidad, unos 90km por hora, un mensaje, dos mensajes, sigue chateando, un usuario le reclama “oe deja de chatear vas manejando” el conductor continua su chat como si nada pasará mientras sonríe a la pantalla, y conduce de lo más tranquilo.
Dos puestos de policía de tránsito en el camino y ninguno miró exceso de pasajeros, no vieron que no usaba el cinturón, no miraron que chateaba, y esta es la seguridad de nuestro amado pueblo.
Estamos ya llegando a Managua al chofer se le ocurre la maravillosa idea de subir el volumen a la música y de empezar a pelear con el cobrador, es el mejor viaje que he tenido en mi vida, solo falto que montaran un perro y este me vomitara aunque creo que el vómito del perro hubiese sido más limpio que la boca de los dos susodichos citados antes que peleaban sin control diciéndose cantidades de groserías, la odisea ha terminado esta mañana me bajo del bus y quiero tomar la placa y adivinen que… La gota que derramo el vaso, este bus anda sin placas…
Bueno espero que mi viaje de regreso a Jinotepe sea mejor y que al menos el compañero de asiento me salga decente. {jcomments on}
