La organización Texas Nicaraguan Community confirmó la noticia, indicando que Fernández Pineda permaneció en Tijuana durante seis meses, después de que no pudo cruzar a los Estados Unidos en busca de una mejor vida. La ciudad, conocida por ser un punto fronterizo de alta peligrosidad, se convirtió en el escenario de su trágico final.
Hasta el momento, se desconocen las circunstancias exactas de su muerte. Las autoridades mexicanas no han proporcionado detalles sobre las causas del deceso, lo que ha generado incertidumbre y angustia en sus familiares, quienes claman por respuestas y justicia.
Alejandrina Fernández se suma a la lista de nicaragüenses que, impulsados por la crisis en su país, emprenden peligrosas travesías hacia el norte en busca de nuevas oportunidades. Sin embargo, muchos enfrentan riesgos extremos en su tránsito, especialmente en zonas como Tijuana, marcadas por la violencia y la inseguridad.
Su familia en Nicaragua ha manifestado su profundo dolor por la pérdida y se encuentra en gestiones para repatriar su cuerpo, un proceso que conlleva altos costos y complicaciones burocráticas. Asimismo, organizaciones de la diáspora nicaragüense han expresado su solidaridad y reiterado la necesidad de mayor apoyo para los migrantes en situaciones vulnerables.
La comunidad nicaragüense en México y Estados Unidos lamenta esta nueva tragedia y exige mayor atención a los riesgos que enfrentan quienes, como Alejandrina, dejan todo atrás con la esperanza de un futuro mejor.