Salgado trabajaba en un hotel en el área de Houston cuando recibió el devastador diagnóstico. Durante nueve meses, se sometió a intensos tratamientos médicos, enfrentando la enfermedad con valentía. Sin embargo, su cuerpo no pudo resistir más, rindiéndose finalmente ante el cáncer.
La noticia de su fallecimiento ha dejado en duelo a su familia, quienes ahora enfrentan la dura realidad de repatriar su cuerpo a Nicaragua. El proceso de repatriación conlleva elevados costos, sumándose al dolor de la pérdida. Sus seres queridos están haciendo un llamado a la comunidad para reunir los fondos necesarios y así poder darle un último adiós en su tierra natal.
Cualquier persona que desee colaborar con esta noble causa puede ponerse en contacto con la familia Salgado, quienes han expresado su profundo agradecimiento por las muestras de solidaridad y apoyo en este difícil momento.