Sin embargo, con el paso de los años Liga Primera se ha convertido en una especie de grupúsculos que primeramente ordenó el tema de las acreditaciones de prensa de una forma bastante aceptable, sin embargo, el personal actual ha actuado de forma muy excluyente y siempre tiene una excusa para no incluir a todos los medios y periodista que damos seguimiento a este deporte.
Además de esto, el señor Luis Rosas, “El Mesías” que dirige actualmente Liga Primera es alérgico a los periodistas, ha sido incapaz de brindar una sola entrevista desde que aterrizó en Nicaragua y menos que dé la cara cuando prácticamente está privatizando el acceso al fútbol, pues ya no se transmitirá por televisión abierta ni por cable, sino por una plataforma a la que hay que pagar una suscripción mensual.
Con esa decisión, aquel objetivo que se plantearon al inicio, de posicionar el fútbol entre los gustos de los nicaragüenses, prácticamente lo tiran por la borda, pues están obligando a pagar un importe de 125 córdobas mensuales, lo que para muchos resulta poco, sin embargo, no toman en cuenta que el pago se da mediante tarjeta de crédito o débito y quién no la tiene no puede darse ese lujo.
Según datos arrojados por la Cámara Nicaragüense de Telecomunicaciones, en nuestro país sólo el 20% de la población tiene acceso a internet fijo, lo cual significa que los demás usuarios se conectan mediante planes prepago de telefonía móvil, por lo cual es valedero preguntarse cuánto tendrán que gastar en recarga para poder disfrutar de un partido que dura dos horas.
Así que con esta nueva modalidad además de solventar el costo de suscripción se debe pensar en una inversión adicional en paquetes de internet. Por otro, lado también será necesario tener un equipo de alta gama, algo que no está al alcance de todos los bolsillos.
Señores de Liga Primera, estamos en Nicaragua, un país golpeado por una crisis sociopolítica, por una pandemia que ha dejado a muchos sin empleo, un país donde la canasta básica vale el triple que el salario mínimo.
Un grupito de defensores de esta medida aseguran que más se gasta en alcohol en un fin de semana que el costo de la suscripción, pero ese argumento es absurdo, porque él que gasta en vicios no lo sustituirá por fútbol.
Supuestamente esta es una forma de modernización del futbol, que ahora queda en mucha más desventaja frente al béisbol, que se sigue transmitiendo por televisión abierta y con dos campeonatos muy populares, frente a una liga de balompié que ahora es patrimonio de los tarjetahabientes. Esto significa que el béisbol ha tenido mejor gestión que la famosa Liga Primera.