El meollo del asunto inició cuando al minuto 65 el jugador de Juventus FC, Allan Moreno, recibió un pase largo desde el centro de la cancha y se vio claramente habilitado, cuando corría con el balón rumbo a la portería del Real Madriz, el árbitro de línea levantó la banderola para indicar un fuera de juego, sin embargo, el central nunca pitó, por lo que Moreno siguió con la jugada y disparó al marco, anotó y el central validó el gol, provocando que Real Madriz protestara.
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En la jugada hay muchas inconsistencias y en lo que pasó después muchas más. En primer lugar la falta de entendimiento entre el central y el línea provocó la confusión. El central le pedía al línea que bajara la banderola, los defensas de Madriz se confiaron e incluso el otro delantero de Juventus que acompañaba la jugada, Eulises Pavón, dejó de correr, pero Moreno siguió y anotó.
Comunicado que emite el Real Madriz
Por la protesta de los jugadores de Real Madriz el central empezó a repartir tarjetas amarillas. De pronto, el alboroto en el terreno de juego se veía fuera de control y finalmente, pasados varios minutos, no había en el terreno de juego ni un solo jugador de Somoto.
Diez minutos después, el central pitó y dio por finalizado el encuentro. La imagen que dejó Real Madriz fue de antideportividad, porque por estar en desacuerdo con el árbitro central, que dicho sea de paso tenía la razón, decidieron irse.
Real Madriz asegura que no se retiraron del juego
No obstante, en un comunicado que hizo circular Real Madriz en sus redes oficiales, se lee una versión totalmente diferente a lo que se vio en la transmisión.
En el documento aseguran que tras la validación del segundo gol, los jugadores de Somoto se acercaron al área técnica a hidratarse y comentar la confusa jugada, “sin abandonar el rectángulo de juego”.
“Según las bases de competencia del IV Campeonato Nacional de Liga Primera, temporada 2019-2020, en el capítulo VIII de los partidos en su artículo número 40, interrupción de partidos, en el primer caso el árbitro no hizo un anuncio o una comunicación con el capitán de nuestro equipo anunciando la espera prudencial para la realización del partido y en el segundo caso en ningún momento el árbitro central hizo el último llamado de reanudación a nuestro capitán, como lo estipula el artículo en mención, por lo que procedió a pitar y dar por finalizado el encuentro”, se lee en el texto.
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Asimismo, en el documento hay una parte medular en la que señalan que el árbitro central recibió órdenes de una mujer de que pitara el final del juego.
Una vez más las llamadas telefónicas levantan sospechas contra Liga Primera
“El árbitro central toma la decisión de terminar el encuentro hasta que una persona de sexo femenino (no sabiendo su responsabilidad dentro de la cancha), realizó unas llamadas telefónicas, no sabiendo a quién o a quiénes, para después orientarle inmediatamente al árbitro central que diera por finalizado el encuentro, según el video y lo apreciado por el cuerpo técnico y jugadores”, finaliza el texto.
Esta no es la primera vez que una llamada telefónica determina el rumbo de un partido en Liga Primera, aunque todavía no se devela el misterio de quién es la voz detrás del celular. Los seguidores de Diriangén saben a lo que se está haciendo referencia.
Este hecho sin precedentes ha dado de qué hablar a la prensa deportiva internacional y ha ocupado espacio en portales de gran relevancia como ESPN.
Liga Primera sanciona
EL diario La Prensa dio a conocer que en los estatutos de Liga Primera menciona que: «Ningún equipo podrá interrumpir el desarrollo del partido retirándose del campo de juego, como protesta por decisiones arbitrales» y dan a conocer que en este caso en concreto se aplica el artículo 31 del Código Disciplinario de Fenifut.
Germán García citó a al secretario general de la Federación Nicaragüense de Futbol, José María Bermúdez: «Si el partido hubiese ido con marcador de más de tres goles se hubiese sostenido igual, pero como iba 2-0 cuando se retiran pasa a ser 3-0 a favor del Juventus. Además, los goles de los marcadores son anulados y se agrega una multa de 5,000 córdobas».