El partido se jugó en Diriamba, en un estadio en el que las graderías estaban desiertas, pues prácticamente solo llegaron los fieles seguidores de la Barra Cacique.
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Se esperaba un dominio absoluto de los diriambinos, debido al abultado triunfo que lograron en territorio de su rival: 1-4. Sin embargo, en las acciones fue todo lo contrario, pues Río Blanco apretó desde el inicio y puso contra las cuerdas a los amplios favoritos.
Quizás Diriangén se confió o menospreció al rival y por poco lo paga caro. Los blanquinegros salieron en su portería con el juvenil Jazzerth Valenzuela, cuya inexperiencia fue notoria en varias malas salidas, de hecho, el primer gol de Río Blanco contó con su complicidad.
Si bien es cierto las historias no se cuentan desde el lado de los perdedores, en esta ocasión vale la pena darle su mérito al equipo de Río Blanco, que lució superior a Diriangén y lo metió en aprietos. También es importante reconocer que el guardameta visitante lució como una muralla bajo los tres palos.
¿Diriangén listo para el Clásico?
Cuando Río Blanco estaba cerca de poner el 3-O en el marcador, Luis Coronel, quien no había jugado en toda la temporada por Diriangén, apareció con su genialidad futbolística y anotó el gol que acortaba la distancia y aseguraba el pase de los blanquinegros, pese a la derrota que se veía inminente.
Posteriormente, su hermano, Luis Coronel, avivó las esperanzas de los seguidores de Diriangén, para que luego el uruguayo Bernardo Laureiro sellara la victoria 3-2 por la vía penalti.
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Más allá del marcador, este es el segundo partido consecutivo en el que Diriangén se muestra sin argumentos futbolísticos. El primero fue ante el ART Jalapa, equipo que el domingo 8 de marzo hizo lo que quiso en la cancha Cacique y si no ganó fue porque en realidad no tuvo delanteros eficaces.
Este sábado, 14 de marzo, Diriangén se enfrentará al Real Estelí, en el Clásico Nacional, y si juega como en estos dos partidos, el resultado podría serle adverso.
