Dice uno de ellos que lo que más ha vendido son cintas de tapagoteras y otros artículos para reparar el zinc. “Parece que no hay plata para cambiar, se van a fajar con reparaciones, eso disminuye las ventas”, señala un comerciante de Rivas. “Sé de gente que anda buscando zinc de segunda mano, la comida es la prioridad”, agrega.
El otro problema que enfrentan los ferreteros que por años han vivido de su comercio es la competencia feroz de grandes ferreterías que les botan sus precios porque venden más barato por ser más de corte mayorista. “Esto afecta”, dice por su lado Pablo Aráuz, un ferretero de la zona comercial de Rivas.
“Son ferreterías que surgen en gran medida y con gran capital mientras que nosotros nos hemos enfrentado a las secuelas de la crisis política iniciada en 2018 y las afectaciones del Covid-19, y así hemos sobrevivido. El negocio todavía es rentable pero no como antes del 2017 y con esta competencia, es más difícil”, se queja Araúz.
“Cartera no da”
José Carmelo Sánchez es otro propietario de una pequeña ferretería ubicada en el mercado municipal “Héroes y Mártires de Rivas”. Explica que desde hace cinco o seis años, los clientes han tenido que ajustar su economía al pasar de comprar zinc nuevo, a zinc de segunda (usado).
“Y ya desde el año pasado, la tendencia de la compra de zinc, ya sea nuevo o usado, fue sustituida por la compra de tapagoteras. Es que ya la bolsa no da”, agrega Sánchez, que lamenta que el comercio sufra por el manejo de una economía que solo se ocupa de ver “los números macros” por encima de la economía familiar.
Marcos Buitrago, es alguien que en el comercio se conoce como “corredor de productos ferreteros” o sea “un vendedor de pedidos” que trabaja sin establecimiento propio. Dice Buitrago, que hoy más que en el pasado, se le hace difícil llevar “el pan a la mesa de sus tres hijos y de su esposa.”
“Porque todo ha subido de precio, en particular los alimentos y para llevar la comidita tengo que hacerme unos 400 pesos diarios, y a veces no se logra. Hoy lo que más se vende son los tapagoteras y ahí no hay mucha ganancia, no es como cuando vendía una lámina de zinc que podría ganar hasta 50 pesitos de un solo ¿Comprende?”, se pregunta.
Los tapagoteras para resolver
Los ferreteros recuerdan que antes de la llegada de cada invierno, a mediados o a finales de abril, la gente llenaba sus locales para el cambio de sus techos, reparaciones y hasta edificaciones nuevas en sus casas, pero eso, aseguran, son solo recuerdos. “Eran buenos tiempos, es que la gente tenía trabajo y eso es lo que falta, porque necesidades hay muchas”, señala Buitrago.
Abril y hasta mediados de mayo, eran los meses de temporada alta para los ferreteros. “En Rivas la gente llenaba los locales, diario mire, la gente compraba sus laminitas y se preparaba para las lluvias, ahora todo eso ha cambiado”, reitera el comerciante.
Sobre el precio de zinc, se mantiene según los ferreteros consultados para este reporte. Explicaron que los costos de la hoja zinc van acorde a la medida y el grosor. Uno puede hallar una lámina desde los 248 córdobas a más. La marca también hace la diferencia en cuánto a este material, explican.
“En calibre 26 vale 438 córdobas que es la lámina de 12 pies galvanizada; es la marca económica pero la normal de calibre 28, sale a 248 córdobas, la calibre 26 a 313 córdobas, la calibre 24 a 445 córdobas e igual el perling galvanizado de 3x1.50, ese cuesta 711 córdobas, siendo este último el que más demanda la población”, comenta el ferretero Luis Obando.
Agregó que en el caso de los tapagoteras, el precio también varía según la calidad y la especie. “Los precios van desde cien córdobas a más. El tapagotera se encuentra de todo tipo y marcas, los hay de 100 y hasta 380. También ofertamos cintas de aluminio o la cinta universal que es uno de los productos más caros que rondan desde los 400 a los 781 córdobas”, informa por su lado Benjamín Alfaro, trabajador de una ferretería en el mercado “Héroes y Mártires de Rivas”.
Familias buscan lo más económico
Briana Torres es una ama de casa rivense de 30 años originaria del municipio de San Jorge, departamento de Rivas. Vive con sus dos hijos y su esposo. Dice que cada invierno es un tormento para ellos, debido a que siempre se inundan. “No hemos podido cambiar el zinc, entonces lo que siempre hacemos es comprar tapagoteras, mi esposo se encarga de ponerlas. Buscamos lo más barato, porque todo está caro, comprar laminas de zinc sale muy caro y hasta comprar lámina de zinc usadas, sale igual de caro”, señaló Torres.
En el departamento de Rivas, son pocos los lugares que ofertan láminas de zinc de segundo uso, la mayoría de las ofertas se realizan a través de redes sociales. Entre las publicaciones se lee una que dice: “vendo zinc de segunda a 300 córdobas, es de 12 pies x 28mm, o bien láminas de zinc troqueladas de segunda de 16 pies extra ancha a 290 córdobas”.
“La verdad es que a veces las láminas de zinc de segunda son igual de caras que una nueva. Creo que no debería ser así, pero también se entiende que todos deben ganar. Es un material necesario para la vida de la gente”, afirma doña Amanda Jiménez, habitante del municipio de Tola.
Amanda es madre soltera de dos hijos también, una de ellas es una niña de cuatro años y un varoncito de ocho. También tiene al cuido a su madre doña Estebana de 61 años, la que la apoya en el cuido de los niños, cuando Amanda sale a su trabajo. Ella afirma que el año pasado, su mamá “vivía de perenne”, con su niña menor en el hospital “Gaspar García Laviana” de Rivas porque su casa tenía muchas filtraciones en el techo y cuando llovía, sus hijos y su madre se mojaban, lo que les provocaba gripe frecuente. “Es triste vivir así”, se queja la mujer.
Lo que más se vende en las ferreterías
Pese a que las ventas no han sido las mejores, los ferreteros dicen que la gente se esfuerza para hacer mejoras a sus viviendas. “Hacen de tripa corazones y aquí se les ayuda con rebajitas y descuentos”, dice uno de los comerciantes.
Aseguran que los productos más vendidos siguen siendo el cemento, perlines y ahora en invierno que se ha desatado la compra de tapagoteras. “Siempre en temporada de invierno, la población demanda más la compra de cementos, perlines, pero hace dos meses han estado cotizando los tapagoteras y los zinc de segunda, los precios se mantienen al igual que el año pasado”, dijo el dueño de una ferretería de apellido Mora.
Augusto Membreño, un trabajador de una ferretería, recomendó a los clientes que siempre pregunten sobre el uso de los materiales tapagoteras y pidan que quienes los hagan, tengan claro de su aplicación. “No hay que echar a perder el material que está caro, pero además, la idea es resolver el problema”, señaló.
“No se olviden de sellar los golosos o traslapes primero, Para los golosos siempre se debe de usar tapagoteras y para los traslapes una membrana para impermeabilizar. La población debe de revisar previo a que inicie el invierno las láminas de zinc para su grado de oxidación, limpiarlas o bien aplicar inhibidor de óxido”, recomendó el experto.
Membreño añadió a sus sugerencias, el uso guantes para proteger las manos de heridas. “También hay que usar zapatos de goma antideslizante y la vestimenta adecuada como lo son las mangas largas para protegerse del sol, cuerda de seguridad y escaleras, o bien contratar a alguien para que realice este tipo de trabajos”, recomendó.
