Testigos del hecho manifestaron que Wilmer López, trabajaba en uno de los túneles en la extracción de oro al momento que ocurrió un derrumbe, quedando sepultado bajo toneladas de tierra.
Los otros mineros al percatarse del incidente se dieron a la tarea de auxiliarlo, junto a miembros de los bomberos, sin embargo, cuando lo sacaron ya era demasiado tarde, ya no tenía signos vitales.
El infortunado vivía en la comunidad La Luz en Quilalí, lugar al que fue trasladado su cuerpo para ser velado por sus parientes y posteriormente sepultarlo.
Oficiales de la Policía Nacional al conocer del caso se desplazaron al lugar para indagar a fondo.