“Justicia, Justicia, Justicia”, era la palabra que resonaba en los alrededores y que decían a “todo pulmón” y al unísono, el grupo de ciudadanos que se encontraban en las afueras de las instalaciones del Complejo Judicial de Ocotal, donde en horas de la mañana se llevó a cabo la audiencia inicial en contra de Bryan Flores Chávez y Jairo Pérez Castillo acusados de matar a López,
“Ya lo hizo, y si sale lo volverá hacer”, expresaban los presentes, entre ellos su padre.
“Espero que se cumpla lo establecido por la Ley, verdad, según tenemos entendido, ya a este varón Bryan Flores ya lo había hecho y estaba libre, y lo volvió hacer, esto es imperdonable, que la justicia se encargue de eso, merece cadena perpetua. Se dice que Jairo Pérez es inocente, pero él no es inocente, porque ayudó”, declaró al medio local Nueva Segovias en noticias, el progenitor de la muchacha.
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“Siempre recordaré a mi hija con una sonrisa, y yo sé que está en el corazón de muchas personas”,agregó.
Un escalofriante relato que forma parte de la acusación que presentó la Fiscalía de la ciudad de Ocotal, revela que López Martínez, aún estaba con vida cuando los imputados Chávez y Pérez Castillo, procedieron a lanzarla dentro de un sumidero, donde falleció por asfixia.
RELATO DE LA FISCALIA
Como se recordará el crimen que conmocionó a las familias nicaragüenses, ocurrió la madrugada del pasado 10 de enero en el municipio de Jalapa del departamento de Nueva Segovia, de donde era originaria la víctima, quien en ese momento regresaba a la una de la madrugada a la casa de su abuela Cándida Pichardo, después de celebrar su cumpleaños número 21 en compañía de amigos y familiares.
Según la acusación, el calvario de la joven comenzó cuando le prestó el servicio sanitario a Bryan.
Una vez que ella ingresó a la casa de Bryan en dirección al baño, este la siguió, para emboscarla. Aprovechándose de la indefensión de la víctima, procedió a utilizar la fuerza física “y la condujo con violencia al cuarto que se ubica al costado sur este de la vivienda.
La fallecida opuso resistencia para salvaguardar su integridad sexual. En su intento por neutralizarla, procedió a lanzarla de manera violenta contra el suelo, donde Katring quedó inconsciente tras golpearse la cabeza.
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Segundos después, Bryan llamó a Jairo Pérez Castillo de 20 años, para que le ayudara a trasladar a Katring al patio del costado norte de la vivienda, justamente donde se localiza el sumidero.
Posteriormente ambos levantaron la tapa de concreto del sumidero y procedieron a lanzar a Katring dentro del mismo y con el fin de aumentar su sufrimiento y lograr que se hundiera, le arrojaron una pesa artesanal de 38.1 libras a la cual también le amarraron dos patentes de vehículos.
Luego procedieron a colocar la tapa en el orificio del sumidero y producto de la acción ejecutada por los imputados , la víctima “falleció por asfixia”.