El joven cometió el crimen antes de cumplir la mayoría de edad, por lo que ha sido juzgado como adolescente, lo cual atenuó su pena por el doble delito y purgará la prisión en las celdas de Waswalí, en Matagalpa.
Los hechos ocurrieron en la comarca Santa Rosa de Olasquincito, perteneciente a Wiwilí, departamento de Jinotega, el pasado 14 de febrero, aunque según dijo el ahora condenado, él siempre tenía malos pensamientos cuando veía al niño.
Hellyn Isabel Arce, jueza de distrito penal de adolescentes de Jinotega, fue quien impuso la pena máxima a este menor de edad, sobre la base de lo establecido en el Código de la Niñez y la Adolescencia.
La acusación realizada por la Fiscalía narra que el 13 de febrero, la víctima llegó a la casa de don Heilin Córdoba Guevara con la intención de cortar peras de agua. El señor, abuelo del asesino, recibió al niño y como se hizo noche, el pequeño se quedó a dormir en el inmueble donde también vivía el victimario.
Al día siguiente, el niño ayudó a su vecino a ordeñar las vacas y a cambio recibió un litro de leche, pero luego salió para su casa, pero nunca llegó, pues en el camino fue interceptado por el adolescente, quien lo violó en una parte montosa, pero luego de saciar sus instintos decidió matarlo y lo macheteó en el abdomen.
Al ver que el pequeño no aparecía, su padre y sus vecinos empezaron a buscarlo. El culpable del horrendo crimen se sumó a la búsqueda y poco a poco los fue guiando hasta donde había dejado el cuerpo.
El homicida tenía dos meses viviendo en casa de su abuelo y que cuando vio al pequeño se le vinieron malos pensamientos hasta que cometió el doble delito por el que permanecerá en prisión.
