Según testigos presenciales, Agner se encontraba en medio de un apasionante partido bajo el inclemente sol cuando, de manera repentina, se desplomó en el campo.
Inmediatamente, fue trasladado en mototaxi al Hospital Humberto Alvarado, ubicado en la ciudad de Masaya, en un intento desesperado por salvar su vida.
Lamentablemente, al llegar al centro médico, el infortunado ya no presentaba signos vitales.
Los médicos de turno, tras realizar una exhaustiva evaluación, determinaron que había sufrido un potente infarto al corazón, que le ocasionó una muerte casi inmediata.