Nadie puede negar que la vista desde el muelle de San Juan del Sur, es hermosa. Algunos locales del poblado se mantienen con presencia de turistas nacionales y muy contados extranjeros. Eso no es bueno, dicen empresarios locales.
En la bahía, se ven algunos artesanos ambulantes ofreciendo souvenirs a cuanto “chele” encuentran. El mar mantiene su inquietud de siempre, son días con mucho sol, pero poco movimiento de turistas, lo que mantiene preocupados a los que de él dependen. “El turismo extranjero lo mueve todo aquí”, se lamenta el dueño de un establecimiento.
La presencia de turistas extranjeros en este puerto es casi nula, desde hace tres años que el último crucero zarpó de allá. “Se ha vuelto una zona muy callada, las llegadas de los cruceros era puro movimiento, era una algarabía el arribo de los turistas y claro, agitaba el comercio. El turismo nacional aporta, pero no es suficiente para mantenernos a flote en temporadas bajas”, dice un empresario local.
Daños colaterales: artesanos de Masaya
La falta de turistas no solo afecta el comercio de la zona, también ha impactado significativamente a los más de 50 pequeños artesanos que provenían de Masaya para ofrecer sus diferentes productos en ese municipio costero.
Las artesanías en madera, cuero, hamacas y barro procedente del departamento de Masaya, es lo que más compraban los extranjeros que procedían de Estados Unidos y Europa. A veces se lograba obtener buenas ganancias para pagar las cuentas del hogar, según confirman los mismos artistas.
“Mirá, en 2018, los cruceros dejaron de venir por la situación política del país por los tranques y la violencia gubernamental, de eso no hay duda. Luego en 2019 apenas vinieron algunos cruceros, y en 2020, no vinieron por el motivo de la pandemia del Covid 19, y de eso estamos claros. Pero después que el coronavirus bajó su intensidad, hasta la fecha, no regresaron los cruceros y eso nos vino a quebrar”, cuenta un artesano bajo el anonimato.
Con buenas ventas
Los afectados recuerdan que generalmente llegaban a los puertos de San Juan del Sur y Corinto unos 80 cruceros en el periodo de octubre a mayo, y que se beneficiaban porque el Instituto Nicaragüense de Turismo, Intur, les facilitaba
las condiciones para que pudieran acomodarse bajo toldos. Ahí esperaban a los visitantes, en las cercanías de los puertos, cuando pisaban tierra firme.
“Eso era una locura porque se volvía una especie de pequeño mercado y vendíamos en dólares”, recordó una artesana. “A veces nos iba regular, otras, muy bien, pero nunca nos veníamos palmados (sin dinero) siempre lográbamos algunos ́dolaritos ́ para la casa”, aseguró.
“Ahora, eso te facilitaba también el crecimiento porque cada vez trabajábamos más. Actualmente tenemos que buscar algún mercado para poder vender nuestros productos, pero no hay, esto está duro”, se lamenta un artesano de Monimbó.
La crisis política afecta
“Ana”, es una artesana de este departamento. Sostiene que la situación sociopolítica que impera actualmente en Nicaragua ha afectado a diversos sectores del turismo, “porque si te fijás casi ya no ves a extranjeros por los mercados o las calles buscando artesanías”, apunta.
Lamentó que el gobierno orteguista no esté impulsando el turismo como antes, porque cuando llegaban los cruceros a Corinto y San Juan del Sur, los funcionarios del Intur “vendían al país”. “Les daban una calurosa bienvenida con presentaciones culturales como bailes folclóricos, deleitaban a los visitantes y era un gusto para ellos venir. Nos llamaban, y así organizábamos nuestras ventas, pero nada de eso hay ahora”, se queja.
Asegura que después de la baja de la pandemia, no volvieron, y prefieren ir a Costa Rica u otros países. “Me imagino que debe ser también por las sanciones contra el gobierno. Nosotros sin ser políticos, también salimos perjudicados, por toda esta situación que vive el país”, considera la mujer.
Actualmente los artesanos del departamento de Masaya, están en la “rebusca de mercados” para poder ofrecer sus artesanías. “Esperamos que esto cambie pronto, las autoridades deben de actuar sin demora, esto urge, son decenas de familias las que la pasan mal”, apuntaron.
