Tahiris era madre de una niña de cinco años, y una mujer llena de vida quien desde su embarazo luchó por trabajar y estudiar a la vez hasta profesionalizarse en la carrera de relaciones internacionales.
La madre soltera habitaba en el barrio Pancasán de Masaya y trabajaba en la Keiser University en San Marcos, Carazo.
En los últimos días, la joven Tahiris presentó complicaciones que la afectaron el cerebro hasta llevarla a la muerte.
Ayer viernes 16 de diciembre a las cuatro de la tarde se realizarán sus honras fúnebres saliendo el féretro de la casa de su abuelo localizada en el barrio El Calvario, de la ciudad de Las Flores.