Para la comunidad católica es una fecha y celebración especial por la amenaza de la pandemia. La tradicional procesión, que recorría las principales calles de la ciudad, no se llevó a cabo, no obstante, la marimba se hizo escuchar a lo interno del templo, cuyos sones son dedicados a la venerada imagen.
"Vine tarde y logré entrar al templo, vengo desde Boaco a pagar promesa, pues soy sobreviviente del Covid-19, con mi esposo, mis hijos, en total somos siete sobrevivientes de mi familia que estuvimos con el virus y gracias a Dios y San Miguel logramos recuperarnos, yo estuve aquí en Masaya en junio en el hospital Sermesa, pasé 15 días en cuidados intensivos y sobreviví", dijo muy emocionada y entre lágrimas Carmen Sandoval.
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La iglesia San Miguel Arcángel es uno de los templos de Masaya que desde el primer caso de Coronavirus en nuestro país se ha mantenido en cuarentena voluntaria. El próximo cuatro de octubre, poniendo un estricto protocolo sanitario, la emblemática iglesia iniciará las misas presenciales.
La iglesia San Jerónimo suspendió las fiestas patronales y procesiones para evitar el contagio, por tal razón San Miguel no visitó al patrono de los masayas, como era tradición en años anteriores. Ambas imágenes permanecerán este 2020 en sus templos.
Calles colmadas de personas en tope de toro
Mientras la iglesia católica actúa de manera responsable para proteger a sus fieles del contagio del virus, centenares de personas, sobre todo jóvenes, colmaron las calles de la ciudad de Masaya para participar en el tope de toro que cada año es promovido por la alcaldía y que en esta ocasión estaba dedicado al exalcalde, Orlando Noguera, quien falleciera el 23 de mayo pasado.
Las calles del barrio San Juan, donde muchas familias vivieron en carne propia la pérdida de un ser querido bajo los síntomas del Covid-19, lucieron pequeñas en comparación a la cantidad de personas, a quienes se observó que no portaban tapabocas y peor aún sin poner en práctica el distanciamiento social.
Atacan a los antimotines
Asimismo, en vídeos enviados a Stereo Romance se apreciaba a personas correr detrás de uno de los toros, mientras otros los golpeaban. La tarde avanzó y la avenida Real San Jerónimo albergó a una considerable cantidad de personas que motivados por la adrenalina y música de filarmónicos disfrutaron del tope de toro, sin pensar en un posible rebrote de la pandemia.
La alcaldía de Masaya, según el Plan de Inversión Anual (PIA), destinó dos millones de córdobas para actividades culturales de las festivales de San Jerónimo.
Casi al finalizar la actividad y bajo la lluvia que caía en la ciudad, jóvenes le tiraron piedras y botellas a antimotines que custodiaban a los bovinos del tope de toro. Las fuerzas de choque de la policía dispersaron, con una bomba aturdidora, a los jóvenes en el barrio San Juan, ya que aparentemente un antimotin resultó con heridas en su cabeza.
Varios toros se desviaron del recorrido y llegaron a barrios aledaños. La policía inició el resguardo de los mismos, pero los jóvenes agarraron a pedrada a los antimotines.
