El primero ocurrió en la capilla Nuestra Señora del Carmen, de la parroquia del Señor de Veracruz, el 25 de julio, de este año, y en menos de una semana los actos de sacrilegio tuvieron como víctima la Capilla Perpetuo Socorro, ubicada en la Comunidad Los Brenes, en Nindirí, el pasado 29 de julio.
Debido a estos actos, las autoridades de la Iglesia Católica en Masaya han tomado sus propias medidas de seguridad, después de comunicarse y recibir recomendaciones del Cardenal Leopoldo José Brenes, tomando como primer medida retirar al Santísimo de las capillas.
"El señor cardenal me pidió que orientara a todos los párrocos de la zona de Masaya, al igual que lo hizo en las otras zonas, a que se retirara el Santísimo de las capillas, ya que no hemos estado haciendo celebraciones Eucarísticas, sacaremos y salvaguardaremos lo más grande que tenemos como es la Eucaristía", comenta Bismarck Conde, Vicario Foráneo de Masaya.
El padre Conde también agregó con mucha confianza y agradecimiento que la feligresía, grupos y movimientos parroquiales han sido parte de la protección de los templos, casas curales y de los sacerdotes, quienes se han organizado y hasta hacen turnos para cuidar y proteger los templos.
"Los padres se han reunido con sus concejos pastorales o se han comunicado con ellos, para hacer pequeños turnos y que los grupos estén vigilando y estén atentos para salvaguardar los templos; que es lo más grande que tenemos nosotros como católicos y no solo los templos si no que también están atentos incluso hacia los párrocos y las casas curales", asegura el sacerdote.
Feligreses organizados
El temor ha crecido debido al ensañamiento contra la Iglesia Católica, donde individuos aún no identificados por la institución policial, entran a los templos, roban y destrozan todo a su paso sin respeto a la fe.
"Nosotros estamos atentos ante cualquier acto de sacrilegio que quieran cometer en nuestros templos, siempre hay un católico vigilando y cuidando también a los padres, hemos visto el odio con el que los fanáticos se refieren a los obispos y los padres por lo que estamos pendientesn. Bb de ellos", afirma mientras reza bajo el anonimato un feligreses.
El último acto y más fuerte ataque a la Iglesia Católica es la destrucción de la capilla y quema de la imagen de la Sangre de Cristo en la Catedral de Managua, un hecho catalogado por la Arquidiócesis de Managua como un acto terrorista, mientras la Policía Nacional dio por esclarecido el caso al asegurar que fue provocado por sustancias que contenía un atomizador.