La hermana de Karla no se explica por qué las autoridades se han ensañado tanto con ella, ya que no participó activamente en protestas, solo que siempre ha sido opositora al gobierno, algo que es un delito ahora en Nicaragua.
"Mi hermana no anduvo en las protestas, ni pasó café para decir a los de las trincheras, solo por su posición política, ella siempre ha sido liberal, eso le está costando caro, todos estamos sufriendo, especialmente su hijo, de 12 años, y mi mamá", comenta Maritza Escobar.
En su humilde vivienda, ubicada en el barrio Fox, la hermana de la presa política, mientras observa las lágrimas en los ojos de su progenitora, asegura que Karla está bastante enferma con problemas de tiroides y casi quedando calva, producto de la depresión que vive dentro de la cárcel La Esperanza.
"Está muy enferma mi hermana, con problemas en la tiroides, y perdiendo el pelo por el estrés de estar encerrada, pensando en su hijo y en mi madre, nosotros le pasamos su medicina con todo el esfuerzo del mundo, pero no está recibiendo la atención especializada de su problema de salud, casi no come y lo poco que logra comer lo vomita, nosotros estamos preocupados por ella, está sufriendo y pagando por un delito que no existe", asegura Maritza.
La madre de 41 años es fisioterapeuta, trabajo que le permitía llevar el alimento diario a su casa, así como ayudar económicamente a su mamá, que padece enfermedades crónicas y con quien siempre ha vivido. Escobar enfrenta hoy en día juicio por los delitos de transporte de estupefacientes, psicotrópicos y otras sustancias controladas, portación y tenencia ilegal de armas y municiones en prejuicio de la salud pública de Nicaragua.
"Mi hermana es una mujer trabajadora, ella salía a hacer sus terapias y traía para los gastos de la casa y le ayudaba a mi madre con sus medicinas, es ilógico el delito del que la están acusando, nuestra familia es humilde pero nunca nos hemos dedicado a vender droga, es un delito inventado del que la acusan", sostiene su hermana.
Tres presas políticas
Actualmente hay tres presas políticas en Nicaragua, una de ellas es Karla Escobar, detenida por primera ocasión el tres de enero del 2019 y la liberaron el 15 de marzo del mismo año, repitiendo el calvario de esta familia el pasado 30 de abril, cuando detenían simultáneamente a Wilfredo Brenes Domínguez, también reo político y vecinos del mismo barrio.
Ambos tienen programado juicio el 7 de septiembre, en los juzgados de Managua, junto al taxista César de los Ángeles Medina, a quien los presos políticos aseguran no haberlo visto antes, pero según la policía, en su acusación, a los tres los detuvieron en carretera a Masaya, por los delitos antes mencionados.
